Fianza de 30.000 euros al expresidente de la Diputación de León

El expresidente de la Diputación de León y el alcalde del municipio de Cuadros, Marcos Martínez Barazón, podrá regresar a ambas instituciones como diputado y concejal no adscrito, respectivamente, tras imponerle hoy el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco una fianza de 30.000 euros para salir de prisión.

Martínez Barazón se encuentra encarcelado en la prisión de Navalcarnero, en Madrid, desde el pasado 30 de octubre por su supuesta vinculación a la trama Púnica de corrupción.

Según han informado fuentes jurídicas, el juez ha tomado la decisión de decretar su libertad bajo fianza de 30.000 euros a instancias de la Fiscalía, que ha considerado que procede modificar su situación procesal de prisión incondicional sin fianza.

El juez Velasco había enviado a prisión al expresidente de la Diputación de León al considerar que había intercedido para beneficiar con contratos públicos a la trama Púnica, encabezada por el exconsejero madrileño Francisco Granados.

Martínez Barazón ha negado en todo momento su implicación en esta trama e incluso llegó a insinuar que detrás de su encarcelamiento había oscuras maniobras del PP para cercenar su carrera política en esta formación, lo que su antiguo partido tildó de "disparate".

Tras su detención y posterior encarcelamiento, el PP procedió a su expulsión y le exigió que renunciara a sus cargos en las instituciones y devolviera sus actas al partido.

En principio se negó pero tras varios días en prisión renunció a los cargos de presidente de la Diputación de León, en la que fue sustituido por Emilio Orejas, y alcalde de Cuadros, pero mantuvo sus actas.

El grupo popular en la Diputación de León siguió las directrices del partido y dio la espalda a Martínez Barazón, pero no sucedió los mismo en Cuadros, donde la mayoría de los concejales del PP se mantuvieron fieles al que había sido alcalde durante los últimos 23 años.

El pasado 24 de noviembre, Sonia García, actualmente la única representante del PP en esa Ayuntamiento de Cuadros tras la expulsión en bloque del anterior grupo municipal, recibió el bastón del mando al ser elegida por mayoría.

Contó con su propio voto y el apoyo de los cinco concejales no adscritos -anteriormente en el PP-, mientras que los dos ediles del PSOE se abstuvieron.

Martínez Barazón había tomado posesión como presidente de la Diputación de León diecinueve días después de que Isabel Carrasco fuera asesinada con la idea firme, según afirmó él mismo, de continuar por la "senda" de una forma de entender la política a la que ahora el propio PP pretende poner coto.

El nuevo presidente provincial había decidido encarnar la línea continuista frente a un sector latente que comenzaba a tomar aire en el PP leonés, contrarios a las formas de Carrasco.

A Martínez Barazón y a Isabel Carrasco les había unido décadas de relación política, después de que la malograda presidenta dejara de contar para el presidente de la Junta de Castilla y León y del PP autonómico, Juan Vicente Herrera, con quien fue consejera de Economía y Hacienda.

En las elecciones municipales de 2007, Isabel Carrasco iba, por voluntad propia, en la lista electoral del PP al Ayuntamiento de Cuadros, la misma lista que encabezaba Martínez Barazón desde 1991, que se sometía a la reelección.

El objetivo no era más que lograr un escaño en la Diputación provincial y ser elegida la máxima responsable de la institución por sus compañeros, después de tres años recabando apoyos como presidenta del PP leonés.

Con Carrasco ya como presidenta, el número uno de aquella lista municipal se fue con ella a la institución para ocupar la Vicepresidencia primera y convertirse en su mano derecha y en la persona de máxima confianza, a nivel político y también personal.

Carrasco encontró un lugar para él como coordinador general del PP de León, un cargo desde el que había intentado granjearse los apoyos suficientes para afianzarse en la Diputación y optar, además, a la Presidencia del partido, lo que alertó a un sector del partido que quería enterrar las formas de hacer política que había encarnado la antigua presidenta provincial.