Feijóo destaca que la apertura de la A-8 supone un ''acto de xustiza'' para Galicia

Luces led en la A-8. (Foto: J.Mª Álvez)
photo_camera Luces led en la A-8. (Foto: J.Mª Álvez)

«Satisfacción» fue la primera palabra que pronunció el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras la inauguración oficial de los dos tramos que faltaban en Galicia de la Autovía del Cantábrico (A-8), pues considera que la apertura del vial supone un «acto de xustiza» que permite igualar a Galicia con el resto de las comunidades autónomas. Dos tramos, recordó, que permiten no solo una mejor conexión de toda la provincia de Lugo, «especialmente nunha con déficits de insfraestructura viaria».

Feijóo y la ministra de Fomento, Ana Pastor, fueron los encargados de descubrir el mojón, en el punto kilométrico 551, que acredita la inauguración oficial de los tramos Mondoñedo-Lindín y Lindín-Carreira, de cerca de 16 kilómetros y en los que Fomento invirtió cerca de 192 millones de euros, de lo que resulta un coste de 12 millones por cada kilómetro ejecutado «e en plena crise económica», recordaron ambos responsables.

OBRAS
Cinco viaductos en cada tramo

Cada uno de los tramos cuenta con cinco viaductos. En el de Lindín-Carreira, de 9,3 kilómetros, el de mayor longitud es el de Vedros, de 330 metros y una altura de 52 metros. En este vial, que cuenta con cuatro pasos superiores y cinco inferiores, existen además tres kilómetros en ambos sentidos en los que se han instalado unas luces led para mejorar la visibilidad de una zona con frecuente niebla. 

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