Exprimir el monte en Friol

La comunidad de montes O Carballo aprovechó numerosos recursos: caballos, cerdos celtas, setas, miel y hasta extracción de resina

El aprovechamiento del monte de forma sostenible está directamente relacionado con su conservación. Así lo han demostrado en los últimos años los miembros de la comunidad de montes de la parroquia de O Carballo, en Friol, quienes se han esmerado por cuidar su territorio y aprovechar todo lo que les pueden dar sus 710 hectáreas de terreno.

Hace diez años, estos comuneros friolenses decidieron rescindir el convenio que tenían con la Xunta para explotar únicamente la madera de sus montes y apostaron por proyectos alternativos para diversificar el aprovechamiento.

Comenzaron por introducir caballos de pura raza gallega. Para ello dispusieron una superficie de 270 hectáreas. Además de sacar beneficios de la cría de estos animales, consiguieron mantener libre de maleza el monte que ellos ocupan.

Los caballos les ofrecieron también la posibilidad de incrementar la actividad social de su parroquia, pues desde entonces organizan una rapa que ha ido sumando seguidores y congrega a numeroso público cada año en Friol.

El único inconveniente que se han encontrado para esta actividad es la presencia de lobos en la zona. Calculan que pierden unas 15 cabezas al año y aseguran que no reciben compensación alguna por ello, pues al estar el ganado suelto es difícil encontrar los cadáveres y cuando lo hacen en muchos casos ya es complicado demostrar el origen del ataque, condiciones que pone la Xunta para abonar las pérdidas.

Los caballos no son el único ganado con el que han probado suerte los comuneros de O Carballo. Criaron también cerdos celtas y la experiencia fue positiva. Este año han aparcado esta actividad, pero tienen previsto recuperarla en el futuro si la asamblea lo aprueba.

En esta parroquia de Friol hay 49 comuneros, las decisiones se toman en común y el trabajo en el monte es voluntario, por lo que cualquier iniciativa requiere del apoyo de buena parte de los propietarios y el trabajo desinteresado de algunos de ellos en beneficio de todos.

O Carballo conserva 450 hectáreas dedicadas a producción de madera y el resto a pasto, pero los usos del terreno se superponen. Por ejemplo, son compatibles la apicultura, la extracción de resinas y la recogida de setas.

Desde 2010, O Carballo incrementa el número de colmenas y su miel es muy demandada por su calidad y sabor. Igual ocurre con sus setas, que cuentan con certificado de producción ecológica. Los comuneros han regulado su recogida y ofrecen la posibilidad de que personas ajenas, previo pago de una tasa, acudan a sus montes a cogerlas, con un límite de dos kilos por persona y día.

Los comuneros han comprobado que la extracción de resinas también es rentable, pero en este caso exige gran dedicación y advierten de que es incompatible con el trabajo voluntario, pues requiere jornadas de ocho horas.

En todo caso, el aprovechamiento del monte pasa por su ordenación y su mantenimiento en buenas condiciones, un círculo perfecto que sirve de barrera protectora frente a amenazas como el fuego.

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