Evolución hacia Sofía

HAY UNA anécdota genial del anterior rey de Arabia Saudita que no conozco en detalle pero la cosa vino a ser que hablando sobre la vigencia del petróleo el hombre se mostró resignado a su futuro y pronunció una frase antológica: «Se acabó la Edad de Piedra y no se acabaron las piedras, así que con esto pasará lo mismo». Luego la vi por ahí atribuida a otras personas, pero tengo fe en que sea él quien lo haya dicho, por lo que implica.

Si se analiza, es una gran lección de historia compactada y lista para ser diseccionada, ya que nos habla del final de muchas épocas sin necesidad de que pase nada. Simplemente, se acaban. A la Edad Media le ponen varios finales con la excusa de la llegada del Renacimiento, pero lo cierto es que, al final, todo se acaba.

Esta perogrullez es extensible desde la era del petróleo a nuestro día a día. El viernes se celebró en Viveiro una comida que servía para despedir a un peso pesado de la política municipal: Césa Aja Mariño. Pueden ver las fotos, como las que publicamos en este mismo diario, con mucha gente anónima y mucha, pero mucha, del Partido Popular. Para quien ande algo perdido, a César Aja lo destinaron de asesor cultural a Sofía, Bulgaria.

A ver, no hay que ser nunca malpensados, pero es un destino extraño. Él dice que va encantado de la vida y no se lo negaremos. Pero extraño es.

Pero a lo que vamos es que también pasó su era sin necesidad de que él mismo se acabase. Simplemente le pasó el tiempo, como nos pasará a todos. Un día escribes aquí, luego te atas los zapatos y cuando te incorporas te están haciendo una comida de despedida a la que, en el fondo, no quieres asistir. Pero es así.

César Aja se pasó treinta años en la política. Es obvio que básicamente en la de Viveiro, pero también sabe perfectamente cualquier aficionado al mundillo que su poder e influencia fueron enormes, descomunales en otros tiempos. Y desde luego no solo en Viveiro.

A un servidor llegaron a asegurarle en varias ocasiones, y gente sin nada que ver entre sí, que en el PP comarcal no se movía una brizna de hierba sin consultarle antes a él.

No sé. Contactos desde luego tenía. Fue un hombre que siendo profundamente de derechas se labró una carrera intensa en el PP a base de picar en puertas que están muy arriba y donde resultó que siempre fue muy bien acogido. Por Viveiro pasaron, por otros temas, varios ministros que él supo ganarse para la causa y luego fue hábil para utilizar esa influencia cuando más le convenía.

Gobernó el municipio sin titubeos durante años y sin nadie que le hiciese la más mínima sombra. Tomó decisiones correctas y erróneas, como todos.

Fueron pasando los años y un buen día decidió volver a Viveiro un personaje como Melchor Roel. Cuesta imaginarse dos personalidades más antagónicas. Visto desde fuera, la animadversión que Aja sentía por Roel parece que le impidió verle como un enemigo a batir con posibilidades de triunfar. Pero lo hizo.

Entonces fue cuando empezaron las dudas y los movimientos, porque César Aja ya no podía gobernar en el Concello. Y al mismo tiempo empezaron las dudas, seguramente de muchos de los que estaban con él en la comida del viernes: ¿debía pilotar el futuro del PP de Viveiro? Ahora ya conocemos la conclusión que alguien sacó de todo ello: no.

Y eso nos lleva a la siguiente cuestión: ¿cómo se sustituye a alguien de su peso específico? Es complicado. La oposición que hizo su partido no fue bien entendida por todos en todo momento y acabó por generar una escisión en el PP que no le hizo ningún bien.

Tras varios lanzamientos de misiles tierra-aire y algún terremoto capeado, le tocó a Antonio Bouza sustituirlo a la cabeza del partido, no sin un tira y afloja con Mariña Gueimunde, un personaje capital en todo lo que estamos contando aquí.

Bouza tiene una buena papeleta ante sí: elaborar una candidatura con suficiente peso específico para ganar las elecciones. ¿Quién la encabezará?

Es ya seguro que Mariano Rajoy les echará un cable imponiendo el gobierno de la lista más votada. En Viveiro cuesta imaginar que la lista más votada no sea la del Partido Popular. Incluso a falta de ver su candidato, el resto de aspirantes lo tendrá complicado.

Aja se marcha ahora a Sofía como asesor cultural. El proceso para las municipales le va a pillar muy lejos. Seguro que demasiado para su gusto.

EL GUSTO. Una feria para echar un cable a los maltrechos libros

MARI LUZ Álvarez Lastra, concejala de cultura de Ribadeo, puede estar satisfecha de la Feira do Libro de Ribadeo. Porque cualquier cosa relacionada con los libros es como para ponerse contento en este momento en el que el mundo del papel, incluido desde luego el de los periódicos, está viviendo un momento más que complicado. Se montaron casetas, acudieron escritores, vino un conselleiro, se firmaron libros y todo eso que siempre anima. Está bien. Seguro que en el sector tienen alguna idea para intentar evitar su desaparición que alguien debería no solo escuchar, sino atender.

EL DISGUSTO. Un accidente en un lugar en el que no debería haberlos

EL ALCALDE de Foz, Javier Castiñeira, tuvo que dar esta pasada semana un pésame que seguro que no le hizo ninguna gracia. Un motorista de su municipio encontró la muerte a escasos metros de su casa a causa del choque con un vehículo. Fue en una zona en la que no tendrían por qué suceder estas cosas, como tantas otras veces. Pero lo cierto es que suceden sin que nadie sepa muy bien la razón. La carretera de la costa tal vez no haya tenido la culpa, pero la ausencia de lugares para adelantar en kilómetros y kilómetros es algo que desespera. También el aspecto psicológico influye en los accidentes.

(Publicado en la edición impresa el 21 de julio de 2014)

Comentarios