Los representantes de la flota europea creen que la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) propuesta por Bruselas puede causar daños socioeconómicos al sector, denunció el presidente de Asociación Europea de Armadores (Europêche) y secretario general de Cepesca, Javier Garat.
Durante una conferencia organizada por los Liberales del Parlamento Europeo, Garat consideró difícil cumplir objetivos como la eliminación de los descartes, a pesar del «firme compromiso» del sector en favor de su reducción. El representante de los armadores subrayó que la propia regulación de pesca produce las capturas involuntarias y señaló que la eliminación «no sería práctica», sino que se debería plantear en su lugar un recorte «progresivo y proporcionado».
Otro objetivo que Garat ve imposible, al menos para las pesquerías mixtas, es el de alcanzar en 2015 los «rendimientos máximos sostenibles» en los caladeros y abogó por un enfoque ecosistémico que permita adaptarse a la situación de las especies. El presidente de Europêche instó a que la UE mantenga las ayudas a los desguaces para reducir el exceso de capacidad de la flota y apoyó también que las cuotas pesqueras transferibles se regulen a nivel nacional y no desde Bruselas.
La comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, dijo que la supresión de los descartes y el objetivo de lograr un rendimiento máximo sostenible en 2015 son «el corazón» de su propuesta, y adelantó que no cederá con facilidad en esos ámbitos.
Otra prioridad es la regionalización de la política pesquera, explicó la comisaria, así como la necesidad de trabajar en «una nueva generación de acuerdos pesqueros con terceros países» que permitan compaginar el aprovechamiento de los convenios con su sostenibilidad y el respeto de los derechos humanos, añadió. Damanaki urgió al Parlamento a impulsar los trabajos sobre la reforma pesquera, un ámbito en el que la Eurocámara tiene poder de codecisión junto con el Consejo.
El objetivo es cerrar en 2012 la reforma y aplicarla en 2013.
