El equipo de arqueología capitaneado por Iñaki Sagredo inició en la zona dunar de Os Moutillós (O Vicedo) la tercera campaña de sondeos para avanzar la catalogación de los vestigios hallados en la mota. El director de la excavación indica que se trata de un yacimiento relevante y de tipo defensivo que protegía el embarcadero natural del oeste de la playa de San Román.
Iñaki Sagredo considera que la situación de la zona motiva que la isla de A Coelleira fuese una referencia para los vikingos, ubicando el propio asentamiento provisional de Os Moutillós.
Esta tercera campaña de sondeos, que se desarrolla en dos fases, ya permitió localizar en la primera el perfil de un muro exterior en el vértice de la mota, que para el arqueólogo, era "parte de una defensa exterior", a la que seguía un foso. La excavación actual no posibilitará delimitar su anchura, algo que Sagredo cree importante y que espera completar en 2018.
Siguen a la busca de evidencias que verifiquen que hubo un asentamiento vikingo, pero aún no pueden confirmar esto
Respecto al muro, señala que se presenta con "piedras bien dispuestas, relleno gravilla y una especie de lodo". Además, también localizaron restos de teja medieval posiblemente reaprovechada en las estructuras de posibles viviendas existentes junto al muro. La falta de argamasa remite, según Sagredo, a la época castrexa.
La segunda fase, que ya iniciaron, actúa sobre una trinchera de la Guerra Civil o de los años 1940, según precisa el arqueólogo, quien apunta que saben que cumplió esa función porque los vecinos les comentaron que "de niños jugaban en la trinchera", pero también por su emplazamiento en la zona más elevada y su forma, cuyas características definían este viernes. En ese punto hallaron algún trozo de cerámica antigua romana, lo que certifica varias fases de ocupación desde el siglo I antes de Cristo.
NORMANDOS. El equipo confía en que los vikingos pudiesen reutilizar la zona en época alto medieval, aunque Sagredo afirma que "encontrar restos vikingos es casi imposible, por eso esperamos que las dataciones de los carbones lo confirmen". Además podría verificarse si apareciese un adorno o colgante, pero ello resulta difícil porque "no es un lugar de enterramiento, sino de paso". Recuerda que su presencia se constató en la costa de Lugo de manera constante entre los años 905 y 950.
Tendrán seis meses para analizar el material y entregarlo al Museo de Lugo. Además, prevén nuevos sondeos en A Coelleira, en una fecha por determinar todavía. El Concello gestiona una ayuda para financiar parte de los trabajos.
