Estudiantes catalogaron más de 330 documentos del monasterio de Samos

Tres estudiantes que trabajarán hasta septiembre (Foto: Porto)
photo_camera Tres estudiantes que trabajarán hasta septiembre (Foto: Porto)

Ocho alumnos de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) trabajaron durante el último año en la catalogación de pergaminos del monasterio de Samos a través de un convenio firmado por la entidad educativa y la comunidad benedictina para inventariar los documentos de la biblioteca de la abadía. Hasta ahora catalogaron 330 pergaminos que tienen una antigüedad de entre tres y doce siglos.

La comunidad benedictina prevé firmar un nuevo convenio con la Universidade de Santiago el próximo año para continuar documentando los fondos del cenobio, que cuenta con innumerables pergaminos y legajos, por lo que la catalogación de todos los documentos llevará años.

Los últimos jóvenes que durante este año trabajarán en el cenobio son los estudiantes de Historia Adrián Ares Legaspe, Laura Santamaría Riveiro y Leticia García Otero, de Pontedeume, Vigo y Ames, respectivamente.

Los tres estudiantes, que estarán en la abadía hasta el mes de septiembre, se encargan de leer y clasificar la documentación. Esta labor sirve también para conocer el estado en el que se encuentran los pergaminos y si es necesaria su restauración o unas condiciones especiales para su conservación. Según explicaron, el estado en el que están es «bastante bueno».

Estos pergaminos se volcarán en una red de bibliotecas a la que podrán acceder los investigadores, lo que les permitirá conocer los documentos del monasterio sin tener que desplazarse a Samos.

Entre los pergaminos catalogados hasta ahora se encuentran contratos, cartas de venta, indulgencias, privilegios y documentación papal, entre otros. «Lo más curioso que nos encontramos son documentos escritos sobre seda. Esto no te lo encuentras muy a menudo. Con lo difícil que es escribir en tela y ves todo tan perfecto y conservado», señalaron los estudiantes.

Los jóvenes están admirados por la gran cantidad de documentación que existe en el cenobio a pesar de los incendios que sufrió a lo largo de su historia. «Una biblioteca de estas características debería tener mayor relevancia porque guarda la historia de Galicia y de la comarca», opinaron.

Los tres estudiantes que durante estos días documentan los bienes en la biblioteca también realizan labores de guía en la abadía para los visitantes. Los tres meses en los que se desarrollan las prácticas los jóvenes pernoctan en la misma abadía.

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