Los integrantes del club del vino finlandés Toijala se acercaron ayer a tres bodegas de diferentes subzonas de la denominación de origen Ribeira Sacra para conocer sus métodos de trabajo y producción. Los expertos de Finlandia destacaron la «gran evolución de los caldos» en los últimos años y se mostraron impresionados por la dureza de los trabajos de vendimia y la calidad final de los vinos.
La comitiva tuvo la oportunidad de conocer sobre el terreno el trabajo en los bancales así como el proceso que siguen las uvas una vez que llegan a las bodegas. El grupo se acercó a la subzona de Amandi, donde conoció el trabajo de la firma Algueira, a la de Chantada, para entrar en contacto con Vía Romana y a la subzona de la ribera del Sil, donde visitó la firma Ponte da Boga.
Los filandeses se sorprendieron por el trabajo tan manual que se desarrolla en los viñedos debido a la inclinación del terreno, algo que, según apuntaron, contrasta con la tecnología y las innovaciones con las que se cuenta ya dentro de muchas bodegas.
Su visita coincidió con los trabajos de vendimia que desde el jueves se realizan en una treintena de bodegas de la denominación y que permitieron recoger 400.000 kilos de uvas, según las cifras aportadas ayer por el propio consejo regulador. La mayor parte de esa cantidad, unos 265.000 kilos, se corresponden con la variedad mencía, seguida de la uva godello de la que ya se vendimiaron poco más de 84.000 kilos.
Tanto bodegueros como viticultores destacaron que toda la materia prima que está entrando en las bodegas es de gran calidad y con muy buen grado, por lo que se espera que los resultados de esta campaña sean excepcionales.
