¿Es la edad una contraindicación para prevenir enfermedades?

Luisa Velasco PrietoNO. DE HECHO, la mayoría de las actividades preventivas y de promoción de la salud de los programas de prevención también tiene éxito cuando se aplican a personas ancianas.

El ejercicio adaptado a la situación personal, una dieta adecuada baja en grasas y un consumo máximo de uno o dos vasos de vino al día se ha de recomendar siempre. El cribado de la obesidad con recomendaciones sobre el estilo de vida y el ejercicio es eficaz a cualquier edad, evitando dietas excesivamente restrictivas que favorezcan la sarcopenia y la hipoglucemia en ancianos. A todas las personas que fuman se les debe ofrecer un consejo claro para abandonar el hábito tabáquico y un seguimiento mínimo durante las primeras semanas.

Respecto al control de la tensión arterial en pacientes ancianos, diversos estudios han demostrado que disminuye significativamente la incidencia de infarto de miocardio. En ancianos hipertensos menores de 80 años existe suficiente evidencia para recomendar la reducción de la presión arterial (TA) sistólica entre 150 y 140 mm de Hg y considerar una tensión arterial sistólica menor de 140 en ancianos con buena forma. Este mismo criterio se aplica en octogenarios (mayores de 80 años) con buenas condiciones físicas y mentales. Las guías de seguimiento y control de la TA en la población general son aplicables a pacientes ancianos y no debería suspenderse un tratamiento antihipertensivo en aquellos que alcancen con éxito los 80 años y presenten buen control de cifras tensionales.

En la prevención primaria de la hipercolesterolemia (antes de que aparezca enfermedad cardiovascular) se recomienda el uso individualizado de fármacos hipolipemiantes en función del riesgo cardiovascular y las expectativas de vida. Se debe iniciar tratamiento con un límite de riesgo cardiovascular del 10% en pacientes menores de 80 años sin antecedentes cardiovasculares. Los ancianos que ya presentan cardiopatía deben estar sometidos a las mismas recomendaciones e intervenciones que individuos más jóvenes (la mayoría de los pacientes con cardiopatía isquémica tienen más de 75 años). En ancianos con una corta esperanza de vida o demencia avanzada la recomendación es no dar tratamiento.

La diabetes mellitus es muy prevalente en España. Cerca del 34% de mayores de 75 años padece diabetes tipo 2 y otro 23%, glucemia basal alterada. En este caso los objetivos de control glucémico en los ancianos difieren de la población general. Es de vital importancia en este grupo de edad evitar la hipoglucemia (episodios repetidos de hipoglucemia favorecen el deterioro cognitivo y las caídas). Aunque no existe un acuerdo pleno en cuanto a la hemoglobina glicosilada se aconseja un objetivo de 7 a 7,5 para ancianos sin complicaciones y de 7,6 a 8,5 o 9 para ancianos frágiles

En prevención del cáncer, el cáncer colorectal y el de mama son los únicos en los que cabe aconsejar test de detección precoz por encima de los 75 años. El diagnostico precoz puede ser beneficioso siempre y cuando los individuos tengan una esperanza de vida de cinco o más años. La sociedad americana de geriatría plantea la posibilidad de seguir realizando controles de cáncer de mama cada uno o tres años entre los 70 y los 85 años siempre que la mujer así lo desee y su esperanza de vida sea buena. Respecto al cáncer de pulmón, se debe realizar un consejo claro y personalizado para dejar de fumar todas las personas fumadoras de cualquier edad, incluidos los ancianos. La radiografía de tórax como prueba de diagnóstico precoz de cáncer de pulmón no se debe recomendar de forma rutinaria.

La vacunación antigripal tiene una efectividad del 80 por ciento para prevención de la gripe en ancianos de la comunidad y del 40% al 70% en ancianos hospitalizados o institucionalizados respectivamente. Existe un acuerdo generalizado para recomendar la vacunación antigripal de forma anual en personas mayores de 65 años.

Como vemos, la prevención y el diagnostico precoz adquiere gran importancia en los últimos años de la vida, dada la alta prevalencia e enfermedades crónicas y sus consecuencias respeto a calidad de vida y autonomía.

Comentarios