Entre telas y anécdotas

El carácter emprendedor de los ponteses se demuestra una vez más en la figura de las hermanas Fresco Ledo, las propietarias de El Retal, un negocio mítico de venta de telas al peso que comenzó su andadura hace tres décadas y que echará el cierre por jubilación.
María Jesús y Mercedes Fresco Ledo, propietarias de El Retal.
photo_camera María Jesús y Mercedes Fresco Ledo, propietarias de El Retal.

El carácter emprendedor de los ponteses ha sido siempre una constante en la historia reciente de la villa. Desde la humildad y el trabajo han sido mucho los que han conseguido labrarse un futuro por su cuenta, arriesgando y, en muchos casos, innovando. Una filosofía que también llevaron a la práctica hace tres décadas las hermanas Fresco Ledo, propietarias de El Retal, uno de los negocios más míticos de As Pontes que echará próximamente el cierre por jubilación.

«Estaba trabajando en Tojeiro con otra de mis hermanas. Ella era muy emprendedora y tenía ganas de montar un comercio, aunque no teníamos claro de qué», cuenta Mercedes, mientras María José explica que en el año 85 «las telas tenían mucha salida».

«Las madres hacían la ropa de los niños y la suya propia, había más modistas, y no existían tantas tiendas con precios competitivos como los que hay ahora», añade.

Con un panorama mucho más favorable que el actual, se decantaron por montar un pequeño negocio, que inicialmente se instaló en la Avenida de Castelao. «Al principio solo teníamos telas, pero quisimos darle una vuelta y empezamos a vender retales al peso, algo que no se hacía en ningún otro lado y que solo era bastante conocido en Portugal, donde sí estaba en auge», cuentan las dueñas, satisfechas por aquella decisión que les ha permitido tener su tienda abierta más de 30 años.

De esa elección innovadora y pionera en la zona guardan un sinfín de anécdotas. «Recuerdo a unas chicas jóvenes comentar desde fuera que me iban a pedir 100 gramos entre risas. Yo les hice entrar y les expliqué cómo funcionaba el peso y qué podían hacer con las telas», relata María Jesús, incidiendo en que aquella novedad «causó sorpresa entre mucha gente».

Este comercio de As Pontes pueden presumir de que casi todos los vecinos de la villa traspasaron alguna vez sus puertas

A principios de los 90, cuando el negocio ya estaba asentado, cambiaron de ubicación, para instalarse definitivamente en la céntrica Avenida de Galicia, donde a finales de este año se despedirán de todos sus clientes y amigos.

Antes tratarán de darle salida a todo lo que aún se esconde en este templo de las telas de As Pontes, donde muy pocos de sus vecinos, por no decir ninguno, no ha entrado alguna vez.

«En carnavales todo el mundo ha venido a comprar una tela, un botón, algo de bisutería, un antifaz...», enumeran las propietarias, que entre sonrisas aseguran que ya están «vistiendo a nietos» de sus primeros clientes. Todo un mérito en un pequeño negocio que ha prosperado y se ha mantenido a base de mucha lucha y esfuerzo.

Y no solo de eso, sino también de ir incorporando a las telas otros complementos y objetos. «Con el tiempo fuimos ampliando un poco el negocio, incluyendo mantelería, sábanas, cortinas, bisutería y algo de mercería», enumera María Jesús, mientras Mercedes recuerda que también tuvieron tienda en la capital chairega durante algunos años.

Ahora que se acerca el final, las dos lo tienen claro. Despedirse del negocio que les ha dado las mayores alegrías de su vida «nos da pena», reconocen. A ellas y a todos sus clientes, como así se lo transmiten. Pero es el momento de descansar «que nos lo merecemos», dicen al unísono.

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