La checa Tereza Ctvrtnickova compagina desde As Pontes sus tres pasiones: la química, con su trabajo en el laboratorio de la térmica; el deporte, en el que no para de sumar premios en raids y carreras interminables, y la música, con su colaboración en un grupo.
«son los genes». Es su teoría y, mientras habla, cada palabra la hace más cierta. Tereza Ctvrtnickova es checa. Llegó a Galicia hace algo más de cinco años, casi por casualidad, y «la libertad del mar» la atrapó y ya no volvió a marcharse. Nunca le gustó el deporte. «Yo era de libros y un rincón. Lo único que hacía en mi país era bicicleta, y para desplazarme», rememora.
Hoy todo ha cambiado. Y sin años de duros entrenamientos, no deja de recoger premios en campeonatos y carreras interminables, mientras su cuerpo y su resistencia la sorprenden día a día. Acaba llegar de Ecuador, del primer Mundial de Raid en el que participa. Su equipo quedó segundo.
