Entre café, aguardiente y dominó

Fotograma de la histórica partida de dominó entre Castro y Fraga.
photo_camera Fotograma de la histórica partida de dominó entre Castro y Fraga.

«Era la afinidad de dos gallegos». Los vecinos de Láncara lo tienen claro: el encuentro en Galicia entre el que era presidente de Cuba en 1992, Fidel Castro, y el jefe de la Xunta en aquel año, Manuel Fraga, tan opuestos políticamente, no dejó de ser un encuentro en el que «acabaron tomando cafés e augardente e xogando ao dominó», tal y como aseguran algunos de los habitantes de la localidad lucense en el documental ‘Fraga y Fidel, sin embargo’.

La cinta, dirigida por el pontevedrés Manuel Fernández Valdés, será proyectado hoy en el Sexto Edificio del Museo de Pontevedra.

«Ellos dos no representan cosas contrapuestas, sino lo mismo. Sus diferencias son de carácter estético, independientemente de que haya o no unas elecciones que les hayan elegido. Esa manera de representar la política y el poder hace que estén muy cerca y que los que estemos lejos seamos nosotros, la población», explica el director.

‘Fraga y Fidel, sin embargo’ narra en 98 minutos la visita de dos días que el cubano realizó a Galicia a principios de los noventa para visitar la casa natal de su padre, un viaje en el que fue recibido por el mandatario gallego, que le había preparado una agenda repleta de homenajes y celebraciones. Tanto es así que han quedado para el recuerdo imágenes en las que ambos políticos brindan o juegan al dominó, una partida que, por cierto, ganó el lucense.

«Estuvimos durante un año analizando todo el material de prensa y audiovisual que había en los archivos de los medios de comunicación y finalmente nos decidimos por el de la TVG, que era el más completo», cuenta Fernández Valdés. Completaron el trabajo tres semanas de rodaje y ocho meses de montaje.

Testigos de la visita

En la película, además de Castro y Fraga, los protagonistas son los vecinos, testigos de la visita. «Quisimos hablar en cada sitio por el que pasaron con alguna persona que estuviese allí en aquel momento y que nos diese una visión personal y cercana. No queríamos reflexiones profundas», aclara el director.

Además, añade que el documental incluye unas imágenes grabadas por un grupo de vecinos de Láncara durante un viaje a Cuba invitados por el propio Fidel Castro y anterior a 1992. «Son unas escenas muy valiosas porque dejan muy claro qué significa para un occidental viajar a Cuba».

En este sentido, Manuel Fernández Valdés destaca que la ironía gallega hace que todos los comentarios incluidos por los vecinos en la pieza audiovisual cobren más valor. «Fue como si hubiera ido Mick Jagger o el Papa, no tuvo tanto que ver con el mundo de la política como con el del espectáculo», destaca.

Consiga AQUÍ la información completa

Comentarios