Entran en la gasolinera de A Barrela por un butrón para robar la caja fuerte

Personas desconocidas intentaron robar, en la madrugada de este jueves, en la única gasolinera que hay en A Barrera, la capital del municipio de Carballedo. Los ladrones hicieron lo posible para abrir la caja fuerte tras entrar en el interior del establecimiento mediante la técnica del butrón, consistente en realizar un agujero en una de las paredes de la edificación, en concreto en la de la parte trasera. 

Los cacos trabajaron durante horas empleando todo tipo de herramientas para forzar la caja de caudales, pero no lo consiguieron. Lo que sí lograron fue dejarla totalmente inservible. El destrozo fue tal que en la tarde de ayer unos especialistas en cerrajería se emplearon a fondo para abrirla y que el propietario de la gasolinera pudiese sacar de su interior todo lo guardado para, posteriormente, colocar una nueva. 

En el negocio también estaban, junto a los cerrajeros, técnicos de una empresa dedicada a la instalación de alarmas, pues los ladrones inutilizaron los sistemas de alerta. Se cree que ello ocurrió a las dos y media de la madrugada, pues a esa hora fue cuando dejaron de funcionar. 

Además, rompieron las cámaras de videovigilancia, pero se cree que puede haber imágenes de ellos guardadas en los registros de los vídeos. No obstante, se ha barajado la más que posible circunstancia de que no lleguen a servir de nada al tener el convencimiento de que iban con la cara tapada o que cubrieron las cámaras. 

El propietario de la gasolinera destacó los importantes daños materiales registrados a raíz de este intento de robo, que podrían superar con creces los 6.000 euros. 

La situación de esta gasolinera, en la entrada de A Barrela por la carretera de Chantada, es propicia para la actuación de los cacos, pues no hay casas cercanas que puedan percibir algún ruido. 

Este establecimiento sufrió otro intento de robo en el 2007 también mediante la técnica del butrón. En aquella ocasión, el agujero abierto en la pared era muy pequeño y para agrandarlo los ladrones recurrieron a empotrar un coche robado contra el muro. Como en el caso de ayer, finalmente les había resultado imposible abrir o llevarse la caja de caudales.