Enredos

Los enredos que por parte de Pachi Vázquez rodean la elección del próximo líder socialista en Galicia mal servicio hacen a los socialistas gallegos, con carga abundante de problemas internos como para sumar más. Tampoco contribuye al interés general por la política y a mejorar la imagen sobre la misma, que debería ser un objetivo de todo líder en este momento. Profundizar en la elección democrática del líder de un partido, con la participación de toda la militancia, puede ser una reforma necesaria en las organizaciones políticas españolas. Los partidos han de democratizarse internamente, sin temor. Ese es un objetivo de un discurso regeneracionista que no se ha oído todavía desde las cúpulas de las grandes formaciones y sus aparatos. Pero cuando se alcanza un acuerdo, como parece ser que sucedió el 19 de marzo entre Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, y Pachi Vázquez, secretario general del PSdeG-PSOE, lo que se impone es respetarlo. Quizás Pachi Vázquez debería escuchar el mensaje que ayer le envió el presidente de su partido, que él llevó como candidato, y alcalde de Lugo: una retirada a tiempo a veces es una victoria. La indefinición, o lo que parece una estrategia de permanencia a toda costa, sobre su posición ante la renovación en el socialismo gallego y el lenguaje y tono de su oposición en el Parlamento no convierten a Pachi Vázquez en un activo ante los retos que tiene el PSOE gallego.

El triple

La previsión de caída del 0,5% puede multiplicarse por tres este año en la economía española, según el propio ministro Luis de Guindos. No se ve el cambio de tendencia. Las previsiones, pasado el primer trimestre, aparecen desfasadas por una realidad más negativa. El viernes conoceremos un nuevo plan para los próximos tres años. A ver si desaparecen los temores a la falta de crecimiento.

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