Encuentran sano y salvo al monje que faltaba en el monasterio de Samos

El fraile, que sufrió un golpe en la cabeza y posteriormente una caída, fue localizado tras varias horas de búsqueda por parte de efectivos de emergencias, monjes y vecinos de la localidad
El padre Agustín, este domingo en el Monasterio de Samos
photo_camera El padre Agustín, este domingo en el Monasterio de Samos

Uno de los monjes más veteranos del monasterio benedictino de Samos, el padre Agustín, de 82 años, fue encontrado sano y salvo en la madrugada del sábado, tras permanecer en paradero desconocido durante varias horas.

Según explicó, tras la comida salió a pasear siguiendo su rutina diaria. "Soy un aficionado a elaborar bastones de madera, me encanta, por ello aprovecho todos los paseos para conseguir los materiales que me hacen falta. Cuando llevaba unas horas de caminata por la ruta, un palo me cayó en la cabeza ocasionándome un gran golpe. Tras unos minutos muy mareado no me podía levantar, así que me arrastré por el suelo unos metros, pero me lastimaba mucho en las rodillas y los brazos. Decidí quedarme esperando hasta que alguien me encontrara, pues sabía que me estarían buscando", explicó el monje.

Según comentan algunos integrantes del cenobio, la voz de alarma sonó al detectar que el padre Agustín no acudió al rezo de víspera, sobre las siete y media de la tarde. Tras buscarlo por el interior del monasterio, la comunidad benedictina, con su prior, José Luis Vélez, al frente, dio parte a la Guardia Civil. Así, se estableció un amplio dispositivo de búsqueda, integrado tanto por agentes como por monjes y vecinos de Samos. "Yo veía luces desde lejos e intentaba gritar para que me escucharan, pero no me oían", comentó el monje.

Después de varias horas de búsqueda intensiva, a las dos de la madrugada, el padre Agustín fue encontrado en un sendero bastante alejado del río. Por suerte, no presentaba ninguna lesión grave, solo algunos rasguños. Posteriormente recibió atención médica y volvió al monasterio, donde reposó a lo largo de la noche.

"Muchas veces me han aconsejado que no ande sólo por esas rutas, ya que pueden ser peligrosas. Ahora creo que les haré más caso", afirmaba sonriente este domingo el religioso.

Desde la comunidad benedictina están muy contentos de que finalmente todo quedara en un susto y esperan que sucesos como este no se vuelvan a repetir.

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