En casa se beben millones de litros

Un grupo de familiares y amigos vendimiando en Augasantas, en el municipio de Pantón.
photo_camera Un grupo de familiares y amigos vendimiando en Augasantas, en el municipio de Pantón.

La vendimia en la Ribeira Sacra dejará unos cuatro millones de litros de vino amparados por el sello de la denominación de origen, pero también otros siete que se quedarán en las bodegas y bajos de numerosas casas de la zona, un caldo de calidad similar que se dedica a cubrir las necesidades diarias de las familias.

es algo de lo más natural en la Ribeira Sacra. Cientos y cientos de familias tienen viñas que cuidan a lo largo de todo el año para cuando llegan estas fechas, el tiempo de la vendimia, recoger el fruto y elaborar un vino semejante al que lleva el sello de calidad Ribeira Sacra para beber a diario en sus casas.

El presidente del consejo regulador de la denominación de origen, el soberino José Manuel Rodríguez, habla con naturalidad de lo que no ha dudado en calificar de tradición. Incluso, nunca renegó de un hecho que considera sustancial y que no es otro, como comenta, que todas estas personas, por llamarlas de alguna forma bodegueros aficionados, hayan sido las encargadas de mantener a lo largo de cientos de años la viticultura en la comarca.

Se trata, sí, de una tradición muy arraigada en la que no se tiene en cuenta el alto coste del vino que obtienen para autoconsumo. Se sabe que no es rentable sumando los costes de cuidado de las viñas y posterior elaboración del caldo, pero eso no importa si se trata de «un viño da casa».

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