La vendimia está abierta oficialmente desde hoy en la Ribeira Sacra, jornada que fijó el consejo regulador el mes pasado según los niveles de maduración de entonces y en consonancia con los avances que se registraban día a día. Sin embargo, pocos contaban con que desde la semana pasada las lluvias fuesen constantes y por eso antes de empezar la campaña seis bodegas ya cerraron sus puertas y 27 las tienen abiertas desde hace unos días. Quedan por lo tanto 64 pendientes de empezar la recogida de uva, pues en total son 97 los lagares amparados por la denominación.
Unos están a punto de acabar la vendimia, otros se preparan para iniciarla a destajo este fin de semana y unos pocos, a estas alturas seis, incluso ya cataron el vino nuevo, como ocurre en la bodega Viña Frieira, de Vilachá de Doade, en pleno corazón de la subzona de Amandi, una de las áreas más emblemáticas de la Ribeira Sacra.
«Tanta lluvia puede dar paso a hongos»
El presidente del Consejo Regulador de Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez afirma que los bodegueros y vinicultores apuran las tareas de recogida porque «tanta lluvia pone en peligro las uvas y más al haber temperaturas elevadas. En estas condiciones es fácil que aparezcan hongos al abrirse el fruto. Este fin de semana se vendimiará a destajo», augura. Tanto José Manuel como Manuel Gómez, de la bodega Val de Quiroga, no recuerdan una vendimia con tanta lluvia. Gómez apunta «que algún día siempre llueve, pero para hablar de tantos y con tal intensidad, tal vez haya que remontarse a principios de la década de los 90, en torno a 1993, si mal no recuerdo».
