Emprender un negocio en la provincia lucense se convierte en una alternativa real a la complicada situación laboral. Ilusión, esfuerzo y afán de superación son los ingredientes básicos para esta receta donde el medio rural pasa a ser protagonista.
EMPRENDER en la situación actual no es fácil, pero revitalizar la economía en zonas agrarias se está convirtiendo en algo cada vez más común.
La falta de salidas laborales se ha situado en el punto de partida para que un gran número de personas se hayan lanzado a esta aventura de crear su propio negocio en sus zonas de origen y así desarrollar sus habilidades empresariales.
El perfil de este nuevo colectivo de empresarios es muy variado, y en él, estos intrépidos emprendedores no entienden de edades. Bien es cierto que la juventud va de la mano de estas atractivas iniciativas, pero también la gente de mayor edad se sube al tren del emprendimiento.
Además, durante muchos años el papel de la mujer ha entablado una estrecha relación con el medio rural, por lo que el nexo entre el género femenino y este medio adquiere un mayor dinamismo. Esto hace que últimamente sea cada vez más común ver como emprendedoras buscan alternativas a sus complicadas situaciones económicas.
