«Monforte es mi adolescencia y mi juventud. Es una ciudad generosa que cuida de los suyos por eso es un orgullo estar aquí». Eran las primeras palabras de María Emilia Casas Baamonde, la presidenta del Tribunal Constitucional que ayer tenía la responsabilidad de abrir los actos de conmemoración de los 125 años de Monforte como ciudad.
Llegó a la Rúa Cardenal acompañada del alcalde, Severino Rodríguez, y de la corporación municipal para inaugurar una muestra fotográfica de Xurxo Lobato y Xosé Manuel Pereiro sobre el pasado, el presente y el futuro de la ciudad. Y precisamente ella también eligió el pasado, el presente y el futuro como eje central de su discurso.
Pero antes de dirigirse a las decenas de personas concentradas en la zona el regidor local fue el encargado de presentarla.
Para ello tiró de una frase que la propia Emilia Casas pronunció en una entrevista. En algún momento hace unos días dijo: «Asomei ó mundo nun lugar ideal que é Monforte» y Rodríguez no encontró mejor manera de explicarle a los asistentes la vinculación de la presidenta del Tribunal Constitucional con la ciudad del Cabe así como el motivo de su presencia ayer en Monforte.
Por su parte, Emilia Casas hizo suyas las palabras de Álvaro Cunqueiro en la obra ‘El hombre que se parecía a Orestes’ y apuntó que Monforte había aprendido a superar un pasado marcado por momentos de abandono y que ahora miraba al futuro.
Habló de que la prioridad de una ciudad siempre son sus ciudadanos y de que ella siempre se sintió arropada por su ciudad. De hecho, ya fuera del discurso, comentó que «no sé como tratan al resto de la gente cuando vuelve a su ciudad pero en mi caso siempre me han tratado con una generosidad única, me siento una privilegiada».
Pero los halagos a su lugar de origen no terminaron ahí y Emilia Casas recordó que si había sido un orgullo ser la encargada de dar el pregón de las fiestas hace unos años, la petición de abrir los actos del 125 aniversario no lo era menos.
La presidenta del Constitucional también tiró de anécdota para ilustrar su apego a Monforte. Añadió que le habían dedicado una de las calles de la ciudad pero que, además, su abuelo, Roberto Baamonde también tenía una. Según recoge un artículo del investigador Felipe Aira, en 1926 la corporación local decidió ponerle el nombre de Roberto Baamonde, que fuera Director General de Abastos, a la carretera que llevaba a A Pobra do Brollón.
«Que una nieta y un abuelo tengan dos calles en su pueblo es lo más de lo más», apuntó ayer Emilia Casas.
La presidenta del Constitucional vino para quedarse unos días igual que lo hizo la periodista Julia Otero que ya llegó a Monforte para dar una conferencia también por el 125 aniversario. Uno de los momentos que causó más expectación ayer fue precisamente el saludo entre Emilia Casas y Julia Otero.
