Emilia Airado, la centenaria abuela de Román, pasea y lee sin gafas

Emilia Airado Rego entró recientemente en el selecto club de los centenarios, en su caso con un mérito añadido. Es la ‘abuela’ de la parroquia vilalbesa de Román desde hace varios años y su buen estado de salud le permite darse un paseo por los alrededores de su casa prácticamente a diario o leer el periódico sin gafas, ya que, como ella misma dice «vexo coma de 20 anos».

Emilia nació un 29 de marzo de 1911 al lado de la iglesia de Román, en la conocida como Casa de Airado y, al casarse con Segundo Aguiar Cruña cuando tenía 22 años, se trasladó al Pedrouzo, en Abelaira, donde hoy sigue viviendo con su nuera, Deli-Flor Portela, y su nieto, Cándido Aguiar.

Emilia es la matriarca de una gran familia. Tiene cuatro hijos -dos de ellos ya fallecidos-, siete nietos, seis bisnietos y cinco ahijados, incluida su propia hermana Aurora, a la que le lleva doce años. Buena parte de ellos la acompañaron en la fiesta organizada para celebrar su siglo de vida, en la que recibió un sinfín de regalos que ahora enseña orgullosa.

Mucha ropa, un calefactor para los pies, dulces, bombones e incluso una silla que «vale máis ca vella», bromea Emilia, componen su ajuar de centenaria.

«Como canto quero», dice, y puntualiza: «Como boas cousas, por iso non morro». Y debe de ser cierto, porque aunque el médico no le ha prohibido comer nada específicamente, ella prefiere la comida sin sal y sin grasa y, a veces, incluso se atreve con la cocina.

Emilia tiene una memoria privilegiada que le permite acordarse de mil y un detalles de la construcción de la casa donde vive, de las fiestas de antaño, de los doce años que pasó cosiendo por las casas y hasta de como «subía ás maciñeiras de nova». Hoy ya no está para esos trotes, pero sigue siendo una persona vital que se siente querida, porque, como dice, «se non me coidasen, xa non estaba viva».

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