LA VOCACIÓN por la música se convirtió para el joven vivariense Nicolás Gómez Naval, de 22 años de edad, en una auténtica pasión y motivo vital. El último paso en su brillante carrera lo representó el hecho de lograr el segundo puesto en las pruebas de acceso a la Joven Orquesta Nacional de España (Jonde), para la que se examinó hace unas semanas.
De los 58 músicos que concurrieron, Nicolás quedó segundo. Esa clasificación le permitirá participar en los encuentros que la formación musical lleve a cabo durante el presente año. La Jonde cuenta para esas actuaciones con los intérpretes que ocupan los puestos más altos de la lista y suele llamar a los que se sitúan entre los ocho primeros, en función del repertorio que prevean tocar; aunque si éstos fallan, tienen oportunidad los siguientes. La orquesta funciona como bolsa de estudiantes, con varios instrumentos.
Nicolás Gómez ya se presentó el año pasado en la modalidad de trompa, en la que concurre. Las pruebas consisten en tocar unos pasajes orquestales y unos solos adaptados a cada instrumento. Las piezas que tocan figuran entre las más conocidas de autores como Mozart o Beethoven. El vivariense tuvo que interpretar una pieza acompañado al piano, en la primera ronda; dos pasajes en la segunda, y una partitura a la vista, en la tercera prueba eliminatoria. ""Nos dan un par de minutos para verla y tocarla. Esa parte fue asequible este año, en la pasada edición había quedado en el puesto 17 y ya no estuvo mal". La calidad de los participantes fue muy elevada, debido a que "los intérpretes que se presentan ya tienen cierto dominio del instrumento".
El joven músico se muestra muy contento con el resultado de este año, pero considera que tiene que seguir estudiando, porque "no se acaba el mundo en la Jonde, hay que ir paso a paso, proponerse nuevos retos e intentar alcanzarlos, es la única forma da avanzar", recalca.
De momento, ya participó en un encuentro de cámara de la Jonde, aunque de la temporada anterior, porque fallaron muchos y al final, entre los que acudieron había siete gallegos. Los conciertos de la orquesta se graban y envían copias a los músicos que asisten a cada encuentro. Gómez Naval cree que en viento metal, la comunidad gallega tiene los intérpretes con mejor nivel de España.
Nicolás estudia ahora segundo curso de grado superior de trompa en A Coruña. Su sueño es ser solista o tocar en una orquesta de cámara o en la sinfónica de una ópera, aunque reconoce que las posibilidades son reducidas. La entrada en este tipo de agrupaciones depende del número de profesionales que las forman, pero también de la cantidad de aspirantes que se presenten a las pruebas de acceso, porque "no todos los buenos se presentan y la suerte también juega un factor importante". Lo que no le entusiasma es dar clases, algo que quiere evitar.
Otro proyecto del vivariense consiste en entrar en la escuela superior de música Reina Sofía de Madrid. Para ello, ya tocó ante el tribunal fragmentos de obras de libre elección. Nicolás quedó también segundo en el examen, pero no hay plazas y la matrícula es cara, por lo que si no le conceden una beca será difícil.
