Las rutas del Viñobús que puso en marcha el Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra no alcanzaron las expectativas, al igual que sucedió en anteriores períodos vacacionales del año pasado en los que ni siquiera hubo una demanda mínima. De esta forma, el proyecto no consigue salir adelante, por lo que desde varios de los ayuntamientos que integran el ente se cuestiona ya si es correcta la organización e incluso el gasto que supone crear las rutas, datos que oculta la organización. El malestar es tal que en una próxima asamblea se pedirán explicaciones.
Los resultados en Semana Santa dan cuenta del fracaso del Viñobús, en especial en la zona del río Miño, donde el número de viajeros fue del 30%, un porcentaje que no invita a repetir la experiencia y que da lugar a detallar responsabilidades en los órganos directivos, tal como indicó un usuario que criticó además la falta de información sobre el servicio.
«Es inexplicable que no se promocionase convenientemente el proyecto. Parece que solo se quería cubrir en el papel un gasto porque de lo contrario no se entiende cómo se plantean estos proyectos que no tienen interés o que no saben organizar», dijo otra persona que, junto a sus familiares, intentó interesarse por el Viñobús sin éxito.
