El fuerte viento que sopla en la Autovía del Cantábrico, a su paso por el Alto do Fiouco, en Mondoñedo, obliga a los camioneros a desplazarse hacia el centro de la calzada para circular con seguridad, además de poner las intermitentes de avería para advertir de la maniobra y peligrosidad al resto de conductores que utilizan la autovía.
El transportista Pablo Linares asegura que "o vento é criminal, como non haxa coidado facilmente podes ter un accidente e perder os toldos, o teito ou parte da carga". De hecho, para evitar vuelcos y daños de mayor consideración, los camioneros reconocen que "tes que ir polo medio da vía".
El riesgo se incrementa si los vehículos pesados circulan vacíos. "Iso é unha bomba de reloxería, hai que poñer as intermitentes de avaría e meterse ao medio da estrada", recalca el chófer
Algunas empresas de transportes ya dejaron de utilizar la A-8 al poco tiempo de entrar en funcionamiento
El trazado de la A-8 discurre en el Alto do Fiouco próximo a la zona donde se emplazan varios parques eólicos, lo que ofrece una idea de la intensidad del viento que existe en la zona, que es aprovechada para la producción de energía mediante aerogeneradores.
La dificultad del viento se une a la de la niebla. Si bien esta última ocasionó el ya conocido accidente múltiple con una víctima mortal el 26 de julio de 2014, el viento arrancó numerosos toldos a tráilers e incluso algún techo. Es el caso de varios socios de la cooperativa de transportes mariñana Costa Lucense, que terminaron sin techo, laterales o lonas. Ramón López, uno de sus integrantes, asegura que "se sabemos que hai vento, segundo a mercancía que levemos, aínda que a autovía non estea cortada xa nós desviamos, porque ao levar poucos quilos o bandeo do camión é maior".
Los seguros no suelen hacerse cargo de este tipo de contingencias meteorológicas, "agás que teñas unha póliza específica, que tamén adoita cubrir raios e tormentas". Por esa razón, los chóferes evitan el peligro en la medida de lo posible. López indica que otro transportista de la cooperativa tuvo una avería de esa índole, al quedarse sin techo su plataforma, lo que le supuso un desembolso aproximado de 3.500 euros.
VUELCOS. También se produjo algún caso de vuelco. Los camioneros manifiestan que esta situación está motivada por la longitud del viaducto. "Ao ser tan longo e haber tanto volume colle extensión e fai moita forza". Tal intensidad obliga a reducir la velocidad para poder circular con cierta seguridad por la única autovía que pasa por territorio mariñano.
Algunas empresas de transportes ya dejaron de utilizar la A-8 al poco tiempo de entrar en funcionamiento, debido a que empezaron a padecer las consecuencias de esta elevada siniestralidad, ocasionada por el viento.
El sector lamenta asimismo la importante inversión realizada para mejorar una carretera. "Se tiraron millóns para non beneficiar a ninguén", afirma Amador García, gerente de Transportes Paraíso, quien resalta "arranxala agora é unha inversión máis e grande. Por iso penso que vai tardar en facerse. Teñen que poñerlle unha cúpula para que haxa visibilidade e non afecte a néboa. A verdade é que non se explica moi ben como cando empezaron a marcala non o viron, porque xa se apreciaba, ou será que non preguntaron á xente da zona", comenta.
El director comercial de Reyco, Iván Marrube, opina que el trazado de la A-8 "deseñouse sen fundamento e ao final empeorouse a situación anterior, que de por si xa era bastante mala".
Ramón López considera que "todo isto é unha cadea, tiñan que mirar de arranxala, pero as medidas das que se fala non sei ata que punto poden ser eficaces para solventar o problema, xa que senón non se poderá circular pola autovía, pola que molestarías menos aos outros vehículos".
VISIBILIDAD REDUCIDA. La DGT activó a las 6.41 horas de este sábado una advertencia de visibilidad reducida a causa de la niebla el tramo problemático de la A-8, comprendido entre los kilómetros 534 a 552, con circulación difícil.
