''El veto en el PSOE para no ser Defensor no es hacia mi persona, es a mis convicciones''

Francisco Vázquez, ayer en Lugo.
photo_camera Francisco Vázquez, ayer en Lugo.

Casi recién aterrizado de su «maravillosa» experiencia política y personal como embajador en la Santa Sede, Francisco Vázquez se acercó a Lugo para apoyar a José López Orozco, a quien cree un «alcalde útil», y hablar sobre un futuro que podría situarle como Defensor del Pueblo. Sin embargo, lamenta que una parte de su partido le vete para el cargo.


francisco Vázquez se incorpora hoy tras un periplo de casi 30 años en distintos cargos públicos a su plaza en la inspección de Trabajo. Sin embargo, todo parece indicar que tras el 22-M será nombrado Defensor del Pueblo, un cargo para el que cuenta con el apoyo del PP, pero no de todo el PSOE, donde el ala más progresista no lo considera el candidato más idóneo.

Parece que podría ser el próximo Defensor del Pueblo, aunque dentro de su partido hay quien no ve con buenos ojos su candidatura.

Más que nada lo que creo es que me vetan. Hay un veto no hacia mi persona, sino hacia mis propias convicciones. Y digo veto porque tan solo hay un candidato, que es del PSOE, y que es admitido por el PP, y además para ocupar un puesto que interinamente desempeña una militante del Partido Popular. Que venga Dios y lo vea si eso no es un veto. Pero creo que será una cuestión que se resolverá pronto, porque entiendo que no tiene que funcionar un veto a alguien que durante 30 años se consideró idóneo para ser alcalde, diputado, senador, embajador o secretario general del partido en Galicia. No le doy más importancia en tanto me consta que cuento con el apoyo de Rodríguez Zapatero y José Blanco, y me imagino que tras las elecciones quedará resuelto.

¿Qué balance hace de su paso por la embajada ante la Santa Sede?

Fue una función muy delicada, con una repercusión muy clara para la vida política española, como son las relaciones Iglesia-Gobierno y en un momento dificilísimo. Me fui a Roma a petición del presidente Zapatero en un momento muy complicado, con unas relaciones muy tensas y en estos cinco años el gran esfuerzo fue establecer puentes de diálogo, restaurar la confianza mutua y lograr superar todos los problemas y tensiones. Se han resuelto conflictos, como el de la financiación, que arrastrábamos desde el inicio de la democracia, y otros enquistados como el de los profesores de Religión o la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Creo que los resultados a la vista están, pues ahora no hay ningún contencioso abierto, por lo que políticamente es una magnífica experiencia. Y desde el punto de vista humano, fueron cinco años maravillosos, con la oportunidad de vivir en una ciudad como Roma, que es la cuna de lo que somos, constituye nuestras raíces y si hay un sitio donde se puede entender esto es en Lugo, una de las ciudades romanas por excelencia.

Pero aún hay asuntos que colean, como la ley de matrimonios homosexuales o la del aborto.

Esos son temas que tendrá que resolver el Tribunal Constitucional, porque nadie pone en duda el reconocimiento a los derechos de las parejas del mismo sexo, el conflicto está en la denominación como matrimonio. Y en el caso del aborto, entran en contradicción los derechos de las personas y de los nonatos.

¿Y a usted como socialista y católico, le incomoda que su partido impulse estas dos leyes?

Ya no me incomoda sólo como católico, sino como persona de izquierda. Yo defiendo sobre todo el derecho a la vida y considero que es lastimado y lesionado cuando se considera la destrucción del feto, que es una vida. Y como progresista y de izquierdas, defiendo el carácter fundamental que tiene la familia como vínculo de unión entre el hombre y la mujer con la idea de la procreación. Pero no quiere decir que mis convicciones impidan respetar la voluntad mayoritaria y acatar las leyes.

Está en Lugo para apoyar a Orozco, de quien se dice que calcó su forma de gobernar y su estilo político. ¿Ha creado usted escuela?

Fui un referente de lo que debe ser un alcalde, en la idea de que no debe tener disciplinas ni limitaciones partidarias, debe defender sobre todo a su ciudad y aportarle un plus de prestigio, pero a la vez debe tener la habilidad de entablar relaciones con las demás instituciones. Ese fue mi estilo y Orozco es un maestro en esta materia. No sigue mi estela y tiene su propia personalidad, y además ha conseguido con una minoría aprobar los presupuestos y un plan general. Es un alcalde útil y he llegado a la conclusión de que el político ante todo tiene que ser útil y hay que empezar a prescindir de mucho inútil que hay en política.

Pero en A Coruña su sucesor en la optó por un gobierno bipartito con el BNG. ¿Se equivoca entonces?

Yo he sido 24 años alcalde de A Coruña y lo que yo diga siempre tendrá repercusión. Por eso debo ser prudente y elegante. En cualquier caso defiendo a mi partido y aspiro a que pueda seguir gobernando.

¿Y ahora que está de vuelta en Galicia, qué opina de la gestión de Feijóo y Pachi Vázquez?

No es por ir a contracorriente, pero Feijóo me causa una buena impresión, me parece una persona seria y capacitada, y tiene una gran virtud en política, es una persona de gran rigor y afronta medidas de austeridad a costa del deterioro de su imagen, Es un político a la europea. El PSOE está en fase de transición y Pachi Vázquez ha sido un gran alcalde y está llamado a ser un gran secretario general.

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