El ulloano que ideó matar a su mujer en Venezuela será extraditado en 2016

La familia de González Quinta denuncia las pésimas condiciones que sufre en la prisión en la que está ingresado, donde "para comer depende do que lle dan os outros presos"
González Quinta y su esposa, María Liz Cristaldo
photo_camera González Quinta y su esposa, María Liz Cristaldo

La familia de Jesús González Quinta, el hombre natural de Antas de Ulla, al que la Justicia venezolana condenó a 22 años de prisión como inductor del crimen de su mujer, María Liz Cristaldo, en Venezuela, solicitó formalmente su extradición a España, por lo que confía que su traslado se pueda producir a inicios del próximo año. Según señalaron fuentes familiares, el hermano del condenado, residente en Antas de Ulla, ya firmó como reclamante todos los documentos necesarios para solicitar su extradición y ahora está a la espera de que estos lleguen a Venezuela para que Jesús González los firme y así las autoridades puedan cursar su extradición.

Los familiares piensan que todo el proceso podría alargarse en torno a dos o tres meses, por lo que confían en que, como mucho, a principios de 2016 González Quinta ya pueda estar en España, aunque reconocen que el optimismo es moderado, "xa que alí os trámites son moi lentos". Pero mientras avanzan todos los procesos burocráticos para que su extradición a España se haga efectiva, la familia de González Quinta denuncia las malas condiciones de vida que sufre en la prisión donde está ingresado.

Explican que hace aproximadamente un mes y medio, el lucense fue trasladado desde la prisión de El Retén a la de Guanare, que se encuentra a unas ocho horas de distancia. La noticia del traslado fue bien acogida por los familiares, ya que en El Retén estaba totalmente incomunicado.

La familia dice que "todos os presos teñen armas e non dudan en empregalas para ameazar cando se producen trifulcas"

"Ahora podemos falar con él uns tres ou catro minutos á semana", pero lo que en principio era una buena noticia, no lo fue tanto cuando la familia se enteró de las condiciones que debe soportar su pariente en la nueva prisión.

"Polo que nos conta, en Guanare está moito peor. As condicións hixiénicas son nulas e incluso tenlle que mendigar aos outros presos o papel de limparse", afirma la portavoz de la familia. La alimentación es otro de los retos diarios a los que debe enfrentarse este lucense. "Non lles dan comida e para alimentarse depende tamén do que lle pasan os outros presos. Eles teñen alí familiares que lles pasan a comida nas visitas, pero Jesús está alí completamente só, sin ninguén que o visite nin que o poida atender, polo que para comer depende do que lle queiran dar".

Pero si el hambre, la suciedad y la soledad ya no fuesen bastante, el lucense debe enfrentarse también al miedo con el que vive en la prisión. "Dice que todos os presos teñen armas e que non dudan en ameazar con elas, sobre todo, cando hai trifulcas".

Ante la situación que está padeciendo en Venezuela, los familiares confían en traer pronto a Jesús a España. "Nós so o podemos animalo dicíndolle que vai vir pronto para España. Senón chega a ser por esa esperanza, non cremos que fose quén de aguantar alí".

Según Quinta, el 15 de diciembre de 2014, él y su pareja subieron a un taxi que los engañó y llevó a un descampado, donde un grupo de maleantes los esperaba para robarles. Luego les instaron a abandonar el lugar mientras les disparaban y una de esas balas mató a la mujer. La Policía acusó al lucense de ser el ideólogo del crimen. De los 14 detenidos, el lucense fue el único que se declaró culpable para acelerar los trámites de su extradición.


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