El TSXG tumba la licencia de obra junto al Museo do Mar de San Cibrao

La Diputación se congratula del fallo y Cervo no recurrirá pues dio licencia al no tener otra alternativa
Edificio y solar donde se pretende construir, junto al museo
photo_camera Edificio y solar donde se pretende construir, junto al museo

El Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG) emitió una sentencia en la que anula una licencia concedida por el Concello de Cervo, con los votos a favor únicamente del PP, para construir un edificio de cinco plantas en un solar anexo al Museo do Mar de San Cibrao. Dicha resolución responde a un recurso contencioso-administrativo presentado por la Diputación de Lugo, cuyos servicios jurídicos habían anticipado que se estaban violando las normas subsidiarias de planeamiento municipales vigentes en 2012. Aunque hay un plazo de diez días para presentar un recurso de casación en el Supremo, el alcalde, Alfonso Villares, ya dijo que no lo hará y que espera que ahora la Diputación compre ese solar para ampliar el Museo do Mar.

El vicepresidente de la Diputación, Antonio Veiga, dijo en rueda de prensa que el estudio de detalle aprobado en el pleno del 5 de diciembre del 2012 "permitía que non se gardara ningún retranqueo con mucho perimetral do museo, o Concello de Cervo, como titular do mesmo, debera actuar na defensa dun ben público afectado e non situarse do lado do interese privado que lexítimamente está no seu dereito de defenderse".

El Bloque de Cervo mostró este viernes su satisfacción por esta sentencia y su portavoz, Ramón Luis Bernardo, recordó que su grupo votó contra esa licencia en 2012 porque había un informe jurídico "encargado polo propio alcalde, Alfonso Villares, á Deputación que recomendaba a non aprobación da proposta da interesada dada a capacidade do Concello para optar por unha ordenación en aberto e non en pechado como propoñía a empresa solicitante".

Criticó además al Concello por "non actuar na defensa dun ben público e situarse do lado do interese privado que está no seu dereito de defenderse; tivo que ser a Deputación de Lugo e en concreto a delegación de cultura do BNG quen saíra a defender o ben público anulando o acordo plenario e non o Concello, como debería".

Pero Alfonso Villares indica que se actuó de ese modo porque era "unha cuestión tremendamente complexa» que requirió una serie de informes añadidos ya que los preceptivos eran "todos favorables" a la concesión de la licencia. Añadió que posteriormente "aprobouse este estudo de detalle, despois de recibir varias cartas da promotora dirixidas ao Concello nos que incluso nos acusaba dunha posible prevaricación. Ao final foi a pleno e aprobámolo co noso voto porque os informes eran favorables".

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