Una importante parte de la flota artesanal de la comarca volvió a quedar amarrada ayer a puerto por tercer día consecutivo a causa del temporal. La situación en la mar fue mala, sobre todo a causa del fuerte oleaje que rondó los cinco metros de altura, sin embargo el viento relativamente flojo facilitó el trabajo de algunas lanchas en las zonas más resguardadas. Las embarcaciones del arrastre de Burela salieron a faenar y las de Celeiro permanecían en los puertos asturianos de Avilés y Gijón, desde donde realizaban sus mareas. Para hoy la situación irá mejorando lentamente y será mañana cuando el estado de la mar se normalice.
El patrón mayor de San Cibrao, Javier Sánchez, indicó que «a maior parte da flota» perteneciente a esta cofradía salió a faenar, «había mar de fondo e a xente traballou nos lugares de abrigo, para largar os aparellos, recoller as nasas que deixaron largadas...», explicó. Sin embargo, en puertos de más difícil acceso como Ribadeo o Foz, todas las embarcaciones permanecieron amarradas por la dificultad que entrañaban las bocanas de ambas rías.
