Las instalaciones del taller de empleo de Sarria no reúnen las condiciones de una perrera, pues este tipo de espacios deben cumplir los restrictivos requisitos de los núcleos zoológicos.
El taller de empleo es utilizado por personal municipal para otros fines, como almacén, y la perrera se ubicó en el exterior, aunque las tres jaulas de las que consta están cubiertas. Ahora son solo cinco los canes que hay en ellas, pero si aparecen nuevos animales podría ser un problema de espacio.
Las jaulas fueron construidas por operarios del Ayuntamiento, sin un proyecto, y tienen unas dimensiones de unos tres metros cuadrados. No cumplen con algunos de los requisitos que marca el decreto de la Xunta para los núcleos zoológicos, ya que fija que deben tener espacios amplios y suficientes, con un alojamiento apropiado y protegido de las inclemencias meteorológicas, una temperatura ambiental adecuada, aireación, iluminación, lechos secos y agua corriente.
La alcaldesa dice que se puso en contacto con protectoras de Ferrol y Xinzo para los perros que no logran dar en adopción
La normativa también contempla que deben contar con una localización y un aislamiento adecuados para evitar el posible contagio de enfermedades o de animales extraños, cuando estas instalaciones están abiertas al ser utilizadas por el personal del Concello.
Tienen que disponer de jaulas independientes para los animales agresivos y heridos o enfermos no contagiosos. En este caso se cuida un can herido en una pata y está con el resto de animales. Tampoco hay otras jaulas para animales enfermos o sospechosos de estarlo.
Se trata de un espacio más adecuado para estancias muy cortas de los canes. De su cuidado se encargan, a mayores de su trabajo, personal municipal. Unos voluntarios, entre ellos un veterinario, se ocupan de los perros por las tardes y los sacan fuera de las jaulas.
El edil de medio rural, Efrén Castro, aseguró que ya se pudieron devolver varios de los animales recogidos a sus propietarios. Por su parte, la alcaldesa, Pilar López, señaló que el sistema de voluntarios que se ocupan de los perros «funciona bastante ben» y considera que el problema radica en los animales que no se consiguen dar en adopción, por lo que se pusieron en contacto con protectoras de Ferrol y Xinzo de Limia para buscar una solución.
El Concello tenía hasta el pasado año un convenio con la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Lugo desde 2004 para ocuparse de los animales, pero el gobierno local decidió no renovarlo para este ejercicio. El Ayuntamiento cambió ahora de opinión y pidió la firma del convenio, aunque la entidad no aceptó al no hacerse la solicitud en plazo.
