El sexo como reclamo

Tienda de Otzi, en Ribadeo (Foto: Antonio López)
photo_camera Tienda de Otzi, en Ribadeo (Foto: Antonio López)

Los creadores publicitarios saben que los consumidores están ya muy cansados de los anuncios y cartelería. Por esta razón, recurren a mensajes y conceptos sencillos, lineales y claros para captar la atención de los clientes potenciales. Esto es lo que ha hecho la firma Otzi, con tiendas en Viveiro, Burela y Ribadeo. Esta franquicia, con central en Pontevedra, inicia la campaña de rebajas con un llamativo cartel publicitario en sus establecimientos.

El propio anuncio, obra del creativo Daniel Viso, explica el objetivo. Utiliza la palabra sexo como reclamo para atraer a los clientes y a continuación les explica su propósito para terminar con el mensaje que vende, rebajas de hasta el 50% en las marcas de ropa y complementos que comercializa, excepto los básicos y prendas de la nueva colección, que tiene al rosa como tonalidad de fondo.

El cartel no deja impasible a los viandantes y más de uno ya se ha parado a contemplarlo. Aunque alguno pueda pensarlo o imaginarlo, Otzi no ofrece sexo, sino que utiliza la palabra como gancho comercial. Tampoco utilizó en ninguna ocasión a modelos femeninos o masculinos para la promoción de sus campañas.

Mensaje

Daniel Viso subraya que su intención «más que publicidad es transmitir la imagen de marca. Hay conceptos parecidos, cientos de versiones, con una sola palabra», comenta.

La propuesta funciona, pues algún cliente ya entró o se asomó para ver las ofertas. Daniel explica que la avalancha de publicidad que nos bombardea a diario hace que muchas personas no reparen en los anuncios. Que uno sorprenda es el primer paso para vender un producto. Ahí está la clave y parte del éxito de ideas originales como la puesta en el mercado por Otzi.

Tras el mensaje subyace el trabajo del personal de cada tienda, que redecora el interior de los establecimientos. Por eso, el creativo defiende que «nosotros no hacemos más que plasmar esa labor». Que el mensaje se traduzca en ventas es otro cuento, que el paso de los días despejará.

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