El sector de la seguridad alerta de fraudes en la instalación de alarmas

Protese explica que "un sistema para ser efectivo ha de tener dos vías de comunicación supervisadas"

La idea de que los sistemas de seguridad no resultan efectivos porque los delincuentes tiene medios para vulnerarlos está cada vez más extendida. Sin embargo, dista mucho de la realidad.

Los profesionales del sector explican que los sistemas que se instalan en domicilios y negocios tienen que ajustarse al reglamento de seguridad privada, pero algunas empresas se lo saltan a la torera e instalan equipos que no se encuentran homologados. "Y este es el motivo por el que las alarmas no resultan efectivas", dicen.

Desde Protese —empresa lucense especializada en sistemas de seguridad— explican que la normativa al respecto es muy clara. "Para poder transmitir a la Policía una alarma por inhibición o fallo en las comunicaciones, los sistemas han de disponer de al menos dos vías de comunicación con la central —por cable y por radio, por ejemplo— que estén supervisadas de forma permanente por la central receptora de alarmas. Además, los equipos que se instalan en la vivienda tienen que tener, como mínimo, un certificado ATS2, que garantiza una serie de características. Si fallan las dos vías, el sistema de seguridad está siendo saboteado y pueden intervenir las fuerzas del orden. Los antiinhibidores no existen. Los sistemas se pueden inhibir.
Lo que existe es la posibilidad de supervisar las comunicaciones permanentemente para detectar cuando están siendo inhibidas".


Coste:
Proteger de forma segura y ajustada a la norma una casa familiar puede costar 500 euros la instalación y 27 euros cada mensualidad


Desde el sector manifiestan que algunas compañías, "que se anuncian a bombo y platillo", no se ajustan al reglamento de seguridad privada. "Algunas empresas instalan sistemas que funcionan a través de una red de datos cortos denominada SIGFOX, que está limitada en el número de mensajes diarios, por lo que no hay una supervisión permanente de la pérdida de conexión con el cliente. Además, solo tienen una vía de comunicación y generan un alto número de falsas alarmas, debido a que la frecuencia que utilizan los detectores es la misma que tienen los mandos de garaje, las grúas, los vehículos oficiales, etcétera".

De este modo, a la hora de contratar una alarma de seguridad, es fundamental asegurarse de que los sistemas se ajustan a la normativa, ya que de lo contrario, la vivienda no está realmente protegida. "También es importante leer detalladamente lo que se firma, ya que a veces se incluyen compromisos de permanencia y contratos con financieras, sin informar al cliente", alertan.

Tal y como apuntan en Protese, proteger una casa unifamiliar con un sistema seguro, que incluya dos vías de comunicación con y cámara fotográfica, tiene un coste de unos 500 euros, la instalación, y 27 euros cada mensualidad. Si la intención es vigilar también el perímetro de la casa, el coste aumenta, pero las posibilidades de sufrir un robo, disminuyen.

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