El santuario de A Ermida cuenta desde ayer con una réplica del Crismón de Quiroga, encontrado en el templo en 1887 y que está considerado como la pieza que atestigua los primeros vestigios del cristianismo en Galicia. La pieza es una copia, realizada en piedra con gran detalle, que estuvo en la muestra sobre elementos pétreos más importantes de la comunidad montada hasta hace poco en la Cidade da Cultura bajo la denominación Gallaecia Petrea.
La recuperación de este símbolo del inicio del cristianismo en Galicia, aunque sea una reproducción, cicatriza viejas disputas entre vecinos e instituciones. En más de una ocasión a lo largo de la historia se demandó que en la iglesia se colocase al menos una réplica de la pieza, que está en el Museo Diocesano de Lugo y que ni siquiera se dejó llevar a la exposición, aunque los intentos de la Xunta fueron considerables.
