''El rock es una exhibición de salón a hostia limpia que han vendido como universal''

DICE QUE es insoportable que las "víctimas de ayer" sean los "verdugos de hoy". Contempla estupefacto cómo el pueblo judío, "con esa inteligencia", accede a ser "el
brazo armado del imperio angloamericano". Y se niega a hablar en hebreo. "Me borro, me aguanto y no canto canciones en hebreo". Canciones que a Paco Ibáñez le gusta cantar y con las que siente que traiciona la causa palestina. Una militancia que este miércoles lo acerca al auditorio Gustavo Freire de Lugo (21.00 horas), invitado por la asociación Dinamo de Lata, que organiza las jornadas 'Palestina, os fogares soterrados'. Los actos incluían, igualmente este miércoles, una conferencia de Miguel Anxo Murado, cancelada al final por enfermedad del autor.

Antes morir que hablar en inglés, ha dicho también...
Yo tengo un gran respeto a todos los idiomas, que se forjan diariamente, palabra a palabra, durante siglos y millones de hablantes. Pero el inglés es la lengua del imperio
angloamericano, de la ambición, de la dominación; el que acaba con las músicas y la cultura autóctona de cada pueblo. ¿Sabes? A mí me gusta pasear por YouTube y busco vídeos de Somalia o de Kirguizistán y sólo veo a monos dándole trompazos a una batería. Y el rock, que nació como una deformación de la música de los negros que pagaron con su sangre, acaba siendo una exhibición de salón a hostia limpia que nos venden como universal. Sólo se les oye a ellos: en la televisión, en las radios, en las revistas...

Pero hay rock comprometido...
¿Quién, Bob Dylan? Cuando empezó, yo leía las letras traducidas y me gustaba, pero hoy, ¿de qué está hablando? No es más que un payaso. ¿Y los Rolling Stones?

Está todavía Pete Seeger...
No pienso poner un pie en Estados Unidos, pero si viene Pete Seeger nos paseamos, hablamos...

Estuvieron The Clash...
¿Quiénes?

Jello Biafra, el punk más crítico...
(No hay respuesta).

Lo cierto es que el término cantautor tiene muy mala reputación...
Ni eso. Lo que hay es indiferencia. La atención se desvía. Están consiguiendo papanatas a base de cultura de usar y tirar. Desaparecen la emoción y el pensamiento.

Hay quien dice que la escena más combativa está ahora en el rap...
Tampoco. La canción protesta sólo está en la música bien hecha,con profundidad. No es cuestión de gritar ni decir todo lo que sientes o se te pasa por la cabeza. Eso no es crítico. Los que realmente tienen valor son los textos de los poetas; las palabras que se instalan en el corazón de quien las escucha.

¿No ve en ninguna escena a los herederos de la canción protesta?
No. Pero en lo nuestro se sube, se baja, se para o se estanca un poco la cosa. La cosa está esperando a que la gente se despierte, a que se despierten las conciencias.

¿A qué está atento de lo que se hace ahora, entonces?
No a demasiado. Cuando me paseo, si pasa un avión lo veo pasar. Si no me entero será porque pasan pocas cosas.

Sobre lo anglosajón, usted siempre ha estado más cerca de la francesa como gran cultura europea...
Por supuesto. Y también la mesopotámica. El Israel de hoy. Pero, qué sorpresa, ahora se han vuelto ‘cowboys’ y la bestialidad se ha instalado en la cuna de la civilización. Y con cinismo. Están tirando piedras contra su propio tejado.

Con respecto a Francia, usted ha rechazado dos veces la orden de las Artes gala. ¿Y eso?
Los premios los rehuso sistemáticamente. No los acepto. Son un juguete desagradable y muy especulado. Quien da un premio se quiere dar un premio a sí mismo. El premio es lograr una canción que le gusta a una persona y le llega al corazón. Es el premio más bello.

Una de las asociaciones poéticas más fructíferas la mantuvo con José Agustín Goytisolo. No sé si conoce que ‘Palabras para Julia’ ha sido versionada por el grupo de rock ourensano ‘Los Suaves’...
No lo sabía, pero me quedo frío.

También Loquillo ha hecho ‘La mala reputación’...
En este caso hay una relación personal con él; lo conozco un poco más y simpatizo con el hombre.

Usted logró la hazaña de juntar a Góngora y a Quevedo en un mismo disco, ¿no saltan chispas?
Deberían salir chispas (ríe). Pocos se han atrevido. Los dos son grandísimos poetas.

Su antología coincide casi con los programas de Secundaria. ¿No se lo agradecen los profesores?
La verdad es que, en Francia, los profesores de castellano utilizan mis discos; del Arcipreste de Hita y Jorge Manrique hasta Alberti.

'Chove na casa do probe', de Celso Emilio, es uno de los temas que más piden en Galicia a Paco Ibáñez, que tiene cuatro poemas musicados de su ‘otro’ poeta gallego, García Teixeiro, que todavía no han visto la luz. "Cualquier día me pongo a cantar en galego". ¿Conoce la polémica actual en torno al gallego en las aulas?
No exactamente. Cuenta.

El Gobierno autonómico defiende "equilibrar" gallego y castellano e "introducir" la lengua extranjera.
¿Y qué lengua? ¿El inglés? ¡Qué hijos de su madre! Hace poco escuché al de la oposición (Rajoy) decir que había que aprender inglés y chino para vender leche y patatas. Se merece cuatro garrotazos, por reducir un país a utilitarios. Para vender las patatas gallegas no hace falta el inglés. Son unos vendepatrias y parece que hay que pedir perdón por hablar la lengua de tu madre. Hay que imponer la identidad y plantarse: "¡A mí no me desidentifica nadie!". Los gallegos son gallegos cuando hablan gallego y están orgullosos. Primero, gallego y luego, castellano. Habéis dejado pasar al enemigo.

A Lugo ha venido varias veces y creo que usted y el lugués Miro Casabella son grandes amigos...
Miro y yo somos amigos desde antes de nacer y respeto muchísimo el trabajo que hace. De Lugo, recuerdo el concierto por la muralla. Estaban con la muralla cubierta de libros, y la filmé entera. Le di toda la vuelta. A lo mejor hay a alguien, del Ayuntamiento, por ejemplo, a quien le interesa.

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