La octava edición del ya reconocido Resurrection Fest arrancará mañana con un escenario principal en el que la potencia de sonido se incrementa hasta los 120.000 vatios, que imprimirán si cabe mayor fuerza a los conciertos de los grupos que descarguen su rabia en él.
El festival, que es ya un referente a nivel internacional en cuanto a música hardcore, punk y heavy metal, cuenta con reunir a un mayor número de seguidores este año. La venta de entradas por internet se disparó a causa de las múltiples ofertas y promociones que sacó la organización y continúa disponible hasta hoy para los foráneos y hasta mañana para los residentes en Viveiro. La demanda a nivel internacional también ha crecido hasta el punto de que aficionados de un total de 23 países diferentes ya compraron los tiques.
El auge que se forma alrededor del certamen es tan grande que la página web multiplicó por cinco sus visitas este año además de renovar su imagen. La demanda hotelera se ha disparado y a estas alturas apenas quedan habitaciones disponibles en el municipio. Las últimas bandas confirmadas ya han tenido que ser desplazadas para alojamientos en Burela, O Vicedo e incluso Ortigueira.
