El responsable de un choque mortal en Quiroga pide perdón en el juicio

El acusado se mostró "arrepentido" y dijo que el suceso le destrozó la vida. El psiquiatra de los padres del fallecido, de 22 años e hijo único, explicó que siguen "totalmente devastados"

El Penal número 1 de Lugo celebró ayer la vista oral por un accidente mortal -ocurrido hace casi cuatro años en Quiroga- que truncó la vida de dos familias. El acusado pidió perdón y declaró que no recordaba nada del trágico accidente.

El psiquiatra que trata a los padres del fallecido, de 22 años de edad e hijo único, explicó en la sala que el matrimonio no consigue reponerse de la tragedia. «Perder un hijo es la cosa más dura que vemos en consulta en casos de depresión. En este, son vidas rotas y el pronóstico es malo», apuntó. Tras su testimonio desgarrador, el letrado defensor preguntó si el acusado podía hacer algo para aminorar el sufrimiento de la familia, pero el psiquiatra contestó que no, «ya que siguen devastados», dijo.

En la vista oral también prestó declaración el psiquiatra que atiende al conductor, quien afirmó que el hombre sufre depresión desde el accidente y tiene que tomar ansiolíticos y antidepresivos, ya que tiene «idea suicidas». De hecho, el acusado utilizó su derecho a la última palabra para disculparse. «Quiero pedir perdón. Estoy muy arrepentido. Esto me ha destrozado la vida», lamentó.

El acusado, con iniciales J.A.D.G. y residente en Barcelona, circulaba con su turismo sobre las siete de la mañana del 3 de julio de 2011 por la carretera Nacional 120, presuntamente bebido. Al llegar a la altura del kilómetro 494,800, el conductor perdió el control del coche, invadió el carril contrario y se empotró contra una furgoneta. El conductor de esta última resultó herido y el ocupante falleció en el acto.

Según los agentes de la Guardia Civil que realizaron el atestado, en el momento del suceso no había condiciones meteorológicas adversas ni otras circunstancias de la vía que pudieran provocar el accidente. Además, tal y como declararon ante la jueza, el choque se produjo en un tramo curvo pero con buena visibilidad y no había signos de que el acusado intentara realizar una maniobra evasiva para evitar el impacto. «La causa fue la invasión total del carril contrario por la ingesta previa de bebidas alcohólicas», concluyeron.

El ministerio fiscal explicó además que el acusado fue sometido a la prueba de alcoholemia a la una menos cuarto del mediodía y arrojó una tasa de 0,49 miligramos por litro de aire espirado.

Sin embargo, se analizó la sangre de la analítica que le realizaron al conductor al llegar al hospital de Monforte de Lemos -tres horas antes de soplar y dos horas después del accidente- y el resultado fue de 1,17, casi cinco veces más de lo permitido. La perito que testificó declaró que esta evolución es «normal», ya que el alcohol «alcanza su tasa más elevada sobre una hora después de la ingesta y a continuación desciende».

En sus conclusiones finales, el ministerio fiscal solicitó para el conductor una condena de cuatro años de cárcel y el mismo periodo de retirada del permiso de conducir. Además, tanto la acusación pública como la acusación particular solicitan para la familia del fallecido -vecino de Bembibre, en León- una indemnización de 630.000 euros por los daños morales ocasionados. El juicio quedó visto para sentencia.

Comentarios