La denuncia pública de los vecinos de Alfoz sobre el mal estado en el que se encuentran las pistas de la concentración parcelaria, con grandes baches que dificultan el tránsito de vehículos y ponen en peligro la seguridad de los conductores, tomó tintes políticos con la última visita de la delegada de la Xunta en Lugo, Raquel Arias, para anunciar el inicio ayer del rebacheo de estas pistas y que indignó a los grupos de la oposición alfocense.
Tanto PSOE como BNG coinciden en señalar que esta actuación no solucionará la situación, ya que las pistas siguen estando en zahorra y las primeras lluvias volverán a hacer las carreteras intransitables y el problema del polvo seguirá presente.
Además, el portavoz socialista en el municipio, Jorge Val aseguró que la explicación de la Xunta de que está pendiente de un convenio con la Diputación para iniciar el asfaltado de las carreteras es «unha excusa de mal pagador», puesto que en virtud de ese convenio el ente provincial solo tendría que alquitranar 1,8 kilómetros de 20 «e a Xunta ben podería ter empezado a súa parte, pero é evidente que non hai ningún proxecto redactado neste sentido». «Ademáis a Diputación está esperando a que a Administración autonómica lle explique cal é o tramo que lle corresponde arranxar», añadió.
Críticas
El alcalde alfocense, Emilio Lousas, también fue el blanco de las críticas de la oposición, porque según apunta Val, «é sumiso co seu partido en lugar de esixir á Xunta que acabe dunha vez a parcelaria».
Por su parte, el nacionalista Iván Marrube, aseguró que «o alcalde e as persoas que integran o PP de Alfoz deberían preocuparse máis polos intereses dos vecinos do concello que por perpetuarse no sillón, que realmente e á vista dos feitos é o que levan facendo dende fai anos». Además, criticó que no se avisará a los miembros de la corporación de la visita de Arias.
