El puerto deportivo ribadense es el segundo de Galicia con más amarres

La bandera azul vuelve a ondear este año en el puerto deportivo ribadense, el segundo, después del de Sada en A Coruña, con mayor número de atraques, ya que ofrece 620. Además, Mario Coto, el presidente del club náutico que lo gestiona, señala que sus más de 980 miembros lo sitúan en «la tercera posición» de entre los de carácter público existentes en la comunidad autónoma con mayor número de socios.

«Puede que haya algún que otro puerto privado que supere el número de amarres, pero de los públicos que hay en Galicia, somos los segundos», insiste en señalar el gerente del Náutico ribadense, para quien la peculiaridad de la dársena local estriba en que «logró experimentar un crecimiento muy destacado en un corto periodo de tiempo, sobre todo desde 2005, frente a los puertos de las Rías Baixas, que contaban con mayor tradición».

Asociados

Prácticamente la mitad de los socios de esta entidad son «personas con vínculos en Ribadeo que viven fuera durante el resto del año y que regresan en verano», como aclara Mario Coto, que añade que tan sólo «un 10% de los asociados carece de relación alguna con la localidad».

A todos ellos trata de convencer ahora el presidente del club para invertir en la compra de un edificio propio para la entidad, puesto que actualmente son inquilinos de un inmueble facilitado por Portos de Galicia, que le supone al Náutico ribadense «una parte importante del gasto anual», como señala su presidente, que continúa, hoy por hoy las negociaciones de compraventa con el propietario de la Aduana Vieja, edificio centenario ubicado en pleno muelle de Porcillán.

«Sería fantástico poder conseguir el inmueble, que por su capacidad podría albergar un mesón y salas para celebraciones, con el objetivo de que los hijos y nietos de los actuales socios dispongan en el futuro de un local propio, de un patrimonio seguro para el club en una ubicación idónea», considera el gerente.

Ventajas

Una de las mayores ventajas del Club Náutico de Ribadeo, que arrastra a socios venidos de otros lugares, es, además de los renovados servicios e instalaciones, como las duchas y los vestuarios, la «cuota, que es de las más baratas de Galicia», como señala su presidente, que fija en «50 euros al año», la cantidad que pagan sus asociados, quienes, a mayores, deben afrontar «los tributos obligados que marca Portos de Galicia por la lámina de agua y otros pagos a la entidad ribadense por mantener el pantalán».

El club no sólo basa su sustento en las cuotas, sino también en los barcos de tránsito, que suponen un 20% de sus ingresos. Mario Coto rehusó ayer precisar cuántas embarcaciones de paso atracaron en este puerto, pero sí señaló que «aumentaron significativamente con respecto al año anterior y eso a pesar de la crisis».

La entidad invirtió abundantemente en estos últimos años en mejoras medioambientales, «como en la compra, por 8.000 euros, de una máquina para la limpieza de las aguas de sentina y de los residuos de los barcos», que les ha servido, entre otras cosas, para obtener nuevamente la bandera azul, si bien el club se encuentra inmerso ahora en los procesos para obtener el certificado EMAS y la Q de calidad turística.

 

RÉPLICA
Los socorristas defienden su labor y dicen que nadie se ahogó en As Catedrais

Algunos socorristas ribadenses, que prefieren permanecer en el anonimato, salieron ayer al paso de lo que consideran «críticas injustas» hacia la labor realizada en el arenal de As Catedrais, al que la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) decidió privar este año de la bandera azul, en buena parte debido a que el servicio de salvamento de la playa no se adaptaba a las exigencias marcadas.

Los socorristas señalan que la fotografía publicada en algunos medios de comunicación, en la que se ve a un socorrista del arenal tomando el sol sin camiseta durante la jornada laboral y que motivó críticas hacia la profesionalidad de estos efectivos, «es una instantánea tomada hace dos o tres años, no del año pasado» y que el fotografiado «no volvió a ser contratado en 2010 para el socorrismo en Ribadeo precisamente por esa actitud por la que ya fue reprendido».

Por eso, consideran «vergonzoso» retirar un distintivo «importante para Ribadeo, por una fotografía de hace tres años». Les parecería más lógico, en cambio, que el argumento «fuese que hacen falta más socorristas», aunque también entienden que para ello «se le deberían dar más subvenciones a la administración local para contratarlos».

Admiten estar «descorcentados» por las críticas vertidas hacia el servicio de socorrismo, ya que insisten en que «precisamente el año pasado se dotó de luz y agua caliente al puesto de primeros auxilios y en los últimos dos años se ampliaron los recursos existentes, con un botiquín más completo, oxígeno y desfibrilador».

Incidencias

Creen que «los hechos hablan por sí solos» y que, a pesar de contar con ocho efectivos y una embarcación en este arenal que recibe cientos de visitas diarias en verano, «nunca se ahogó nadie, ni pasó nada grave, en al menos un lustro, gracias a la eficaz labor realizada».

En este sentido, recuerdan el homenaje que recibieron en el Concello el año pasado por parte de un alto cargo de la Guardia Civil que veranea en la zona, por haberle rescatado a él y a su hijo en el arenal, concretamente en la zona de Os Arcos, en agosto. Para ellos, este tipo de premios sí hacen valer su trabajo, para el que, recuerdan, deben «arriesgar la vida».

CAPACIDAD. La lista de espera alcanza las 60 solicitudes

  • Es tal el interés que suscita el puerto ribadense que la lista de espera para ocupar una plaza en él alcanza las 60 solicitudes para barcos de entre cinco y 18 metros de eslora. La incapacidad para aumentar las plazas existentes del Club Náutico, tras la última obra de 2010 que incrementó en 60 el número de pantalanes, obliga a la entidad a negociar la ocupación de espacio en el puerto pesquero o en la ensenada de A Vilavella. El Náutico maneja 200.000 euros de presupuesto habitualmente en cada anualidad.

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