El PSOE pontés aprueba en solitario y de forma definitiva el convenio con Endesa, un acuerdo «histórico» para el grupo de gobierno y mejorable para la oposición, que cederá terrenos e inmuebles al Concello por valor de 80 millones de euros.
El convenio -el noveno entre la eléctrica y un gobierno local- se firmó en mayo de 2015 y se aprobó inicialmente en pleno en septiembre de ese año. Y ayer, con los votos a favor del PSOE, en contra del BNG y Xuntos por As Pontes y la abstención del PP, fue ratificado. Incluye diversas propiedades valoradas, según el Concello, en 79.936.500 euros, que supondrán a las arcas municipales un coste de 129.409 euros anuales para su mantenimiento, además de la pérdida de 91.301 euros de recaudación de impuestos.
La teniente de alcalde, Montserrat García, defendió que el convenio supone «unha oportunidade de futuro», que abre muchas posibilidades, como la creación de más suelo industrial o la puesta en marcha de nuevos servicios. Y aseguró, ante una crítica del BNG de que el pleno podría ser por contenido el Día de los Inocentes, que se eligió el 22 porque «ao Concello lle tocou a lotería». El convenio también incluye el cambio de titularidad del Poboado de As Veigas, con lo que se iniciará la negociación para la venta de las casas.
Para la oposición, sin embargo, el convenio también tiene sombras. El BNG, que criticó la ausencia del alcalde en la sesión extraordinaria, incidió en que es el primer convenio que no incluye una aportación «de cartos» y aseguró que «beneficio ten pouco». María Chao, que tomó posesión ayer como edil de Xuntos por As Pontes, defendió que este acuerdo «beneficia máis a Endesa, que se desfai de propiedades sen asumir responsabilidades», y el edil del PP aludió a que parte de las instalaciones «están en mal estado».
Antes de la aprobación definitiva del convenio, el grupo de gobierno defendió una propuesta de acuerdo sobre las alegaciones -presentadas por Amigos de As Pontes, la Asociación de Afectados por la Ley de Expropiación, BNG, PP y nueve particulares-, que tampoco fue respaldada por la oposición. La mayor parte fueron desestimadas, aunque se hicieron pequeñas modificaciones en el texto. Muchas se dirigían a la posible prescripción de propiedad de los terrenos de As Veigas, la inclusión del hospitalillo en el convenio -el Concello negocia aparte su cesión para un geriátrico-, las dificultades en los terrenos del Canal IV o la calificación del suelo en Portorroibo.
