El príncipe Felipe tuvo un recuerdo para Galicia en su visita a San Tirso de Abres

Los Príncipes, en el acto institucional de entrega del galardón. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Los Príncipes, en el acto institucional de entrega del galardón. JOSÉ Mª ÁLVEZ

La localidad asturiana de San Tirso de Abres recibió ayer de manos de los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, el galardón que le acredita como Pueblo Ejemplar de Asturias 2011. El municipio es el más occidental del Principado y limita ya con los lucenses de Trabada y A Pontenova, un hecho que no pasó desapercibido para Su Alteza Real que, en su discurso, tuvo un recuerdo para «los vecinos de Galicia. vuestros hermanos de la otra orilla del Eo, con los que compartís una larga y nada fácil historia» a los que dedicó «todo nuestro cariño», un guiño que fue muy aplaudido por el público, entre los que se encontraban un buen número de personas de A Mariña.

De hecho, el alcalde de Trabada, José Manuel Yanes Ginzo, estuvo en la comitiva de autoridades, de la que también formaban parte otros regidores asturianos, encabezada por la primera edil de San Tirso, Goretti Quintana, y el presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos.

El premio reconoce la labor de los vecinos de San Tirso en recuperar sus tradiciones, un hecho del que encargan varias entidades locales, a la cabeza de las cuales figura la asociación cultural San Tirso del Eo, que ha conseguido con el esfuerzo y la implicación de todo el pueblo recuperar oficios tradicionales, que se han convertido no solo en una forma de preservar su pasado, sino de garantizarse un futuro con un turismo rural de calidad, como se encargó de recordar el presidente de la entidad, Ángel Prieto, que agradeció muy emocionado el premio.

«Abre una página de nuestra historia», aseveró la alcaldesa, quien emplazó a los Príncipes a regresar a San Tirso.

De pura cepa

Los vecinos, orgullosísimos, esperan que la distinción les ayude «a colocarnos en el mapa», algo en lo que coincidieron muchos de ellos porque su cercanía con Galicia «hace dudar a la gente de dónde somos, pero somos asturianos de pura cepa», recordó Luis Sampedro, un discapacitado al que se acercó a saludar personalmente Doña Letizia, un gestó que agradeció. También el médico Carlos Escobar comparte la misma opinión, como María Antonia Sineriz o Enrique Amor, molesto porque «soy igual de asturiano que los de Oviedo», donde al llegar le llamaban ‘El Gallego’.

Quesos, truchas y sidra en una comida que compartieron con 800 personas

Poco más de 800 personas fueron las elegidas para compartir con Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias una comida con la que se puso fin a la visita. Todos los vecinos del pueblo censados, poco más de medio millar, recibieron una invitación personal e intrasferible para acudir al acto, al que pudieron asistir representantes de diversas asociaciones locales. Pocos fueron los que se perdieron entre encuentro popular, celebrado en el polideportivo, al que se tenía que acceder provistos del DNI y la invitación entre fuertes medidas de seguridad.

Los productos locales primaron en el menú, servido por un cátering del restaurante La Rectoral. De pie, los vecinos y las autoridades degustaron quesos de Oscos, Taramundi, de cabra curado oreado con avellanas y nueves, tortilla de torrezmos y picadilllo, rapela rellena de chorizo y tocino de ‘gochu’ asturcelta, lacón con ‘rabizos’, truchas del río Eo escabechadas, callos con garbanzos, compota de manzana con requesón y miel de brezo, rosca de Jueves Santo de San Tirso, regado con vino tinto y, como no, sidra.

En todo distendido, los Príncipes charlaron con los asistentes yendo mesa por mesa demostrando en todo momento su cercanía, lo que agradó a los vecinos.

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