El Centro do Viño da Ribeira Sacra vio la luz hace cinco años en un edificio donde antes estuvo la casa consistorial de Monforte. Su conversión permitió abrir todavía más al público las instalaciones, remodeladas para el nuevo uso. Pasó de ser la casa del pueblo monfortino a la de toda la Ribeira Sacra. El territorio de influencia creció considerablemente porque son más de veinte los ayuntamientos ribereños, entre los de la parte de Lugo y los de Ourense. Todo un avance que el fin de semana pasado se puso sobre la mesa en uno de los principales actos de celebración del primer lustro y que sirvió de punto de partida para otros más festivos.
Todas las partes que sumaron esfuerzos para crear el Centro do Viño sostienen que la estela dejada en estos años es un referente para otros territorios donde se intenta aprovechar los recursos, venderlos como corresponde y disfrutarlos. Ese era el principal objetivo de la conmemoración de los primeros cinco años y por eso la actual concesionaria, Rutas Sacras Nomar, puso toda la ilusión para que el público conociese las entrañas del centro desde el momento en que simplemente fue un proyecto hasta que se materializó.
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