El presidente del Eurogrupo siembra el pánico al sugerir que ''hay que dejar caer a la banca''

Nadie se lo había pedido, todo marchaba relativamente bien. Las bolsas europeas subían aliviadas por la conclusión del enigma chipriota. Los bancos volvían a respirar tras una semana nefasta después de que Barroso aclarase que las medidas impuestas al sector en la isla era puntuales, únicas y no exportables. Pero el presidente del Eurogrupo y responsable del Ministerio de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, no pudo controlar sus ansias de hablar con los medios y expresar una opinón personal (hasta el momento nadie lo ha respaldado) para, a continuación, hundir las bolsas de medio continente.

Dijsselbloem apuesta por dejar caer a la banca en más casos para lograr "un sistema financiero fuerte" y que cada uno "asuma sus riesgos".  El resultado de su sinceridad innecesaria se ha traducido en severas pérdidas en bolsa, que han sido especialmente significativas en Italia y España, cuyos principales indicadores han descendido más de 2,5 puntos.

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