El mapa del territorio de la Ribeira Sacra para el que se solicitará la declaración de Patrimonio de la Humanidad es un documento «inicial, que será sometido a valoración, susceptible de modificacións e no que en ningún caso se quitan territorios ou recursos», es la explicación que dio ayer por la tarde Juan Carlos Armesto, presidente de la comisión de seguimiento de la candidatura que se presentará ante la Unesco y a su vez presidente del consorcio turístico Ribeira Sacra.
Armesto se refería al contenido de una reunión celebrada el miércoles en la ciudad del Cabe en la que los técnicos de Patrimonio y del Valedor do Pobo presentaron un documento sobre el territorio que debe incluirse en la candidatura. Ese mapa, según comunicó el mismo consorcio al término de la reunión, reflejaba que la zona afectada se ceñía «ás parroquias que teñan viñedo en bancais sobre o Miño e Sil e os monumentos que poida haber fóra dese territorio que xa teñan unha declaración BIC (Ben de Interese Cultural)».
Ayer y ante las dudas surgidas sobre las zonas que podrían entrar en la declaración y las que no, Armesto declaró que no está nada cerrado y que es un documento inicial sobre el que se seguirá trabajando.
LA DUDA ♦ Bóveda podría entrar por el LIC del río Cabe
Con la delimitación inicial de que serán objeto de la candidatura a Bien Mundial las parroquias con viñedos al Sil y al Miño o los monumentos declarados BIC, Bóveda se quedaría fuera de la propuesta. José Manuel Arias es el alcalde de Bóveda y ayer estaba sorprendido de lo que veía en la prensa, porque no sabía que había tal reunión en Monforte ni su contenido. «Quero recopilar información antes falar nada», argumentó. Sin embargo, Armesto se adelantaba y decía que habría que buscar una vía de entrada para Bóveda que podía ser el Lugar de Interés Comunitario (LIC) del río Cabe que afecta al municipio. «Entraría dentro do apartado de paisaxe», dijo.
Una jornada con declaraciones que fueron del entusiasmo a la prudencia
Juan Carlos Armesto se mostraba ayer por la mañana muy molesto de que se transmitiese a través de los medios de comunicación que el mapa de la candidatura de la Ribeira Sacra era «restrictivo». El presidente de la comisión explicaba que había que hacer caso a los técnicos y plantear un mapa viable y realista para lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Defendía por la mañana y por teléfono que la reunión había supuesto un «fito importantísimo» en la trayectoria de la candidatura porque se había consensuado un territorio sobre el que actuar y que la mayoría de los municipios tenían suelo afectado. Añadía entusiasmado que ese mapa era el fruto de varias reuniones de trabajo.
