«Este año, al igual que sucedió el pasado, no está siendo bueno para el pulpo», apunta el patrón mayor de Foz, Juan José Lestegás. Los resultados de la campaña hasta el momento corroboran la afirmación y es que para encontrar un precio medio del pulpo inferior al que se lleva registrado durante los tres primeros meses y medio de este año hay que remontarse hasta el 2002, cuando la cotización media se situaba en 3,60 euros kilo, tan solo cuarenta céntimos menor que la actual.
El patrón mayor focense explica que «el comentario más escuchado es que este pobre precio puede deberse a las importaciones procedentes de otros países», pero además las capturas no están siendo abundantes, «poco más o menos como las del año pasado que ya fueron malas de por sí», dice.
Falta un mes y medio para alcanzar la veda del cefalópodo, -que aunque todavía no está fijada por la Consellería do Mar probablemente será durante el mes de junio-, y las lanchas capturan unos cupos de cefalópodo muy alejados de los máximos permitidos, «nosotros trabajamos con 400 nasas, que son las que autorizan para tres tripulantes, y las capturas pueden ser de 40 a 50 kilos dependiendo de los días». Lestegás también explica que los constantes días de mala mar han dificultado las capturas, «Una vez que pasa el invierno también es muy importante que la mar esté buena porque de lo contrario no hay pulpo, ahora largamos las nasas más cerca de tierra motivados también por el alto precio del gasoil y las escasas capturas con las que sería más difícil amortizar desplazamientos más largos».
