El PP recalca que votó en contra de la empresa del agua, que el BNG sí apoyó

Castiñeira, durante un pleno. (Foto: Sebas Senande)
photo_camera Castiñeira, durante un pleno. (Foto: Sebas Senande)

«¿Dende cando a oposición pode ser responsable de actos que aproba o goberno?». Fue una de la frases con las que ayer el portavoz del PP, Jaime Castiñeira, salió al paso de las acusaciones lanzadas el día antes por el socialista Luis Álvarez y la nacionalista Paz Abraira a cuenta de las conversaciones intervenidas en la operación Pokemon en las que se alude a reuniones de Castiñeira con empresas de gestión de agua. Álvarez insinuó intereses del popular en esas firmas y Abraira lo equiparó con Orozco al decir que nunca apoyaría una moción de censura porque supondría «quitar un corrupto para poñer outro». Una afirmación que aguijoneó a Castiñeira y que ayer le llevó a comparecer públicamente para defenderse.

El edil aseguró que, en este momento, entre los planes del PP no está presentar una moción de censura a Orozco, un paso que a principios de febrero no descartaba y que dejaba en manos del BNG, que es quien aupó al alcalde en 2011, con el que gobernó hasta otoño de 2012 y al que sigue apoyando puntualmente. El PP considera que el BNG sigue sosteniendo a Orozco y que por tanto en su mano está cambiar la situación, una reflexión que los populares hacían de nuevo esta misma semana con los micrófonos apagados. Aunque ayer Castiñeira aseguró que «a única moción de censura que contempla o grupo municipal do PP é a dos lucenses nas eleccións municipais do ano que vén».

GRABACIÓN
«Eu miraría para a casa»

El portavoz del gobierno local, Luis Álvarez, lanzó insinuaciones sobre supuestos intereses de Castiñeira en empresas que gestionan servicios de agua y el portavoz popular se las devolvió ayer sin contemplación alguna.

PAZ ABRAIRA: «O BNG non negociou con empresas, como fixeron Castiñeira e Barreiro»

  • PP y BNG parecieron ayer olvidar quién es su objetivo y se enzarzaron en una pelea que seguramente el gobierno observó con gusto. Muy enfadado porque la portavoz nacionalista lo hubiera puesto al mismo nivel de presunta corrupción que Orozco, Castiñeira disparó sin descanso contra Paz Abraira. Entre otras cosas, le echó en cara que se «rasgue as vestiduras» por los privatizaciones y pida la remunicipalización de servicios cuando el BNG impulsó y apoyó varias, recordó. 

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