«Imos tomar unha decisión en cousa dunhas semanas», aseguró ayer el alcalde de Foz, Javier Castiñeira, en relación con la instalación de la depuradora, una incógnita que resuelve a los pocos segundos aseverando que «é probable que o PP de Foz ceda á pretensión do grupo socialista en beneficio do pobo». Con estas palabras se da casi por hecho que la nueva Edar se instalará en el barrio de Forxán, aunque deberá ser una decisión respaldada por el pleno de la corporación local.
La unión de los votos de populares y socialistas permitirá solucionar uno de los principales problemas de los últimos gobiernos municipales: la limitada capacidad de la Edar actual, que impide una gestión adecuada de los residuos, lo que provoca malos olores y contaminación a la ría.
Ribadeo, un espejo en que mirarse
Castiñeira insistió en que una depuradora con suficiente capacidad no tiene porqué generar problemas «a diferencia da actual que só pode tratar un tercio do que recibe». Como ejemplo de buen funcionamiento puso como ejemplo la instalación de Ribadeo, similar a la que se podría construir en Foz, «que se foi visitar e todos os representantes dos grupos, aínda que algún non quixo vir, comprobamos como funciona, sen cheiros de ningún tipo».
