El plan especial del casco antiguo y del Camino de Santiago a su paso por Sarria avanza este miércoles con la aprobación provisional en junta de gobierno local.
Este paso se da después de que el documento urbanístico recibiera informes sectoriales «favorables» de diversas administraciones y de que fuera sometido a exposición pública durante un plazo de dos meses, señaló la concejala de urbanismo, Silvia Vázquez. En ese período los vecinos presentaron 66 alegaciones al plan, de las cuales sobre el «35 por ciento» fueron desestimadas, apuntó.
Después de aprobarlo de forma provisional, el Ayuntamiento enviará el documento a Urbanismo. Este organismo, según la normativa, tiene un plazo de dos meses para emitir informe sobre el plan especial. En el caso de que este fuera favorable se llevaría ya a pleno para su aprobación definitiva y la edila confía en que se pueda someter a votación antes del próximo mes de noviembre.
Sin embargo, el documento probablemente no saldrá adelante en el pleno, ya que el pasado octubre todos los concejales de la oposición votaron a favor de una moción del PP para anular el plan.
Los portavoces de los distintos partidos políticos fueron convocados el martes por el gobierno para una reunión, pero no asistieron, apuntó la edila de urbanismo. Según explicó, estaban citados para que los redactores los informaran sobre el plan especial.
Este documento fue aprobado de forma inicial en noviembre de 2015 en junta de gobierno local, con lo que se suspendieron las licencias urbanísticas. Esta medida finalizará una vez se apruebe de definitivamente y, en cualquier caso, su duración no puede ser superior a dos años.
El plan especial del casco histórico está generando polémica, ya que, según la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), impide ejecutar las obras en Ponte Ribeira. Por ello, pidió que se anulara o retirara el viaducto del documento, lo que rechaza el gobierno local. Este defiende que se pueden llevar a cabo los trabajos.
