Las negociaciones para cerrar un acuerdo de gobierno tripartito en Sarria tendrán que sortear el escollo surgido en las últimas horas para la elección de alcalde. El sistema de designación de la persona que ocupará este cargo es el principal obstáculo en estos momentos, dado que genera posturas encontradas. El PSOE considera que le corresponde asumir este papel por ser de los tres partidos la fuerza más votada mientras que CxG-CCTT y BNG apuestan por decidirlo por mayoría de los nueve ediles que formarán el tripartito.
El asunto ya fue abordado en la reunión mantenida entre representantes de los tres grupos en la noche del lunes, la cual finalizó sin acuerdo. Al parecer, el sistema de designación por votación mayoritaria de los nueves concejales ya había sido tratado en una reunión anterior, pero fue el lunes cuando se puso en firme sobre la mesa, momento en el que surgieron las diferencias y se aplazó la decisión a la espera de consultas internas de cada uno de los partidos.
Los socialistas sarrianos, que obtuvieron cuatro concejales, consideran de justicia que sea alcalde su cabeza de lista, Pilar López Yáñez. Argumentan que la solicitud no responde a ningún tipo de capricho sino que viene avalada por los resultados electorales, que le otorgaron 639 votos más que CxG (tres ediles) y 891 máis si se compara con el BNG (dos concejales).
En el seno del partido entienden que otros acuerdos podrían ser interpretados incluso como un fraude a sus votantes y defienden que en ningún caso se postularían para el puesto de alcalde si no fueran la fuerza con más respaldo en las urnas de las tres que negocian el tripartito. Además, creen innecesaria la votación entre los nueve concejales porque, a su modo de ver, los ciudadanos ya hablaron en las elecciones del día 24 de mayo.
Por su parte, los partidarios de la elección mediante mayoría de los nueve cargos electos se basan en que esta es la fórmula más democrática de todas las posibles.
En su opinión, los ciudadanos demostraron en las urnas el día 24 que querían un cambio en el modo de hacer las cosas y creen que este debe empezar por la transparencia y la adopción de decisiones por mayoría. Ello no implica que exista una coalición para evitar que el PSOE asuma la alcaldía sino que simplemente, alegan, son cuestiones de forma y de cumprir los acuerdos adoptados en su día.
El último precedente de gobierno tripartito en Sarria se produjo en 2007 con la coalición PSOE, PG, BNG, con la cual se proclamó regidor el socialista Claudio Garrido. En aquel caso el papel de alcalde no ofreció mayor controversia al contar el partido con siete ediles frente a uno de PG y uno de BNG.
En la situación actual la diferencia entre los tres grupos es mucho menor y en algunos sectores consideran un contrasentido aliarse para desbancar al PP pese a ser la fuerza mayoritaria y, al mismo tiempo, dar por buena la alcaldía del PSOE sin votación previa de los nueve concejales amparándose en similar argumento.
