El obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, recibió el jueves en Portomarín su título de caballero de la Orden da Alquitara. La entrega tuvo lugar en el edificio del ayuntamiento y se realizó tras una larga espera, ya que el nombramiento del obispo data del año 2012, pero el prelado no pudo acudir a recogerlo hasta ahora "por cuestiones de agenda".
El alcalde de Portomarín, Juan Carlos Serrano López, presidió el acto, en el que participaron también miembros de la Orden de la Alquitara. El regidor disculpó la ausencia de Alfredo Sánchez Carro, uno de los fundadores de la orden, a quien sustituyó a lo largo de toda la ceremonia en su papel de canciller. También hizo extensivas las disculpas por otros miembros de la orden que tampoco pudieron acudir.
PEREGRINOS. Como marca la tradición, el acto comenzó con el agradecimiento del obispo por el título recibido. En su intervención, el prelado hizo referencia a la ubicación estratégica de Portomarín en el Camino de Santiago y al continuo paso de peregrinos por la localidad, deseando que esta constante afluencia sea "un signo de la visita continua del Señor al pueblo". Carrasco Rouco aprovechó la ocasión para dar las gracias por la cercanía y cordialidad de la gente de la localidad, a lo que el alcalde contestó que "foi un honor recibilo, hoxe e sempre", explicando que "Portomarín ten unha gran relación co bispo".
Seguidamente, uno de los miembros de la orden ofreció la medalla al religioso y otro de los asistentes, Antonio Castelo, le entregó el diploma que lo acredita como miembro de la Orden de la Alquitara.
El alcalde cerró el acto prometiéndole al obispo que le haría llegar "unha das famosas botellas de augardente de Portomarín".
