El obispo de Lugo pide "respeto al prójimo" en el día de la patrona

El obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, pidió este martes "respeto al prójimo y a uno mismo" en la homilía de la misa de la patrona, que estuvo muy concurrida, aunque no abarrotada. El acto -que comenzó a las once de la mañana y se prolongó poco más de una hora- contó también con la tradicional ofrenda floral del Concello a la Virgen de los Ojos Grandes.

En esta ocasión, la entrega del ramo a la patrona de la ciudad corrió a cargo del portavoz municipal, Miguel Fernández, ya que la alcaldesa de la ciudad, Lara Méndez, no pudo asistir debido a que sufre una fisura en la cabeza del peroné. La regidora municipal sufrió una caída durante sus vacaciones, tras resbalar en una piedra, y los médicos le recomendaron guardar reposo.

La corporación municipal de Lugo -que también estuvo representada por Ana González Abelleira, Rosana Rielo y Manuel Núñez, del PSOE; Ana López Pombo, Antonio Ameijide, Encarna Amigo y Ángel Trabada, del PP, y Olga Louzao, de Ciudadanos- salió de la casa consistorial poco antes de las 11.00 horas, acompañada por cinco miembros de la guardia de gala, dos maceros y la bandera del Concello, que portó Ana González. La comitiva desfiló por la Praza Maior hasta la catedral ante la atenta mirada de lucenses y visitantes, que ayer atestaron el casco histórico.

Una vez dentro del templo, los fieles siguieron atentamente las palabras del obispo lucense, que destacó la importancia de la figura de María en el cristianismo y su papel como mujer, madre e intercesora.

Finalizado el servicio religioso, se anunció desde el altar la celebración de la ofrenda a la patrona y los asistentes se trasladaron en procesión hasta la capilla de la Virgen de los Ojos Grandes, que se quedó pequeña para albergar a todas las personas que quisieron contemplar el acto de la entrega del ramo.

HISTORIA. El vicario general, Mario Vázquez, explicó que el culto a Santa María en Lugo es antiquísimo y que probablemente ya se realizaba en el templo anterior a la actual catedral, que estaba en el mismo lugar.

Así lo atestiguan varios documentos de los siglos XI, XII y XIII que se todavía se conservan en el archivo catedralicio, al igual que la cantiga que Alfonso X dedicó a Santa María después de que la Virgen consiguiera curar a un enfermo, tal y como recoge la tradición.

Mario Vázquez también hizo referencia a que la denominación popular de Virgen de los Ojos Grandes se documentó por primera vez en 1.539 y la capilla en su honor se inauguró en el año 1.737. Finalmente, la imagen fue coronada el 15 de agosto de 1904 "e hoxe é un exemplo de compromiso evanxélico para a nosa mocidade", dijo.

La ceremonia religiosa finalizó con la bendición del obispo, Alfonso Carrasco.