El número uno del mundo no hizo gala de su título

El español David Ferrer rompió hoy la lógica del ránking para derrotar a su compatriota Rafael Nadal y meterse en la final del Masters 1.000 de Bercy, del que es defensor del título, donde se verá las caras contra el serbio Novak Djokovic.

Ferrer, que el año pasado conquistó en la moqueta francesa su primer torneo de esa categoría, aspira a convertirse en el primer tenista que revalida el título desde la creación del torneo en 1986.

Para hacerlo, Ferrer produjo un partido de alto voltaje frente a un Nadal que estuvo lejos de parecer el número uno del mundo y que cayó derrotado por 6-3, 7-5.

"El mejor partido de la temporada", dijo Ferrer al término del duelo que fue una reedición de la final del pasado Roland Garros, pero que acabó al revés que en la tierra batida.

Regular en el juego, seguro con su servicio, imponente con la derecha, Ferrer acabó desarbolando a un Nadal que si bien había ido incrementando su nivel a lo largo de los partidos, no fue suficiente para meterse en la final del único Masters que le falta junto con Miami y Shangai.

En pista cubierta, la peor de Nadal, Ferrer sacó partido de su juego más directo y acabó por imponerse con claridad.

Nadal, que sumó la sexta derrota del año, ve ahora peligrar su número uno mundial, al menos provisionalmente, porque en caso de victoria de Djokovic en la final de mañana, el serbio pasaría a ocupar el puesto uno del ránking.

Con la vitola de dos, Nole fue capaz hoy de remontar un duelo que se le había puesto difícil frente al suizo Roger Federer, al que le faltó gasolina para cerrar su clasificación para la final.

El helvético entró a la pista como un torbellino y antes de que Djokovic se diera cuenta ya había dejado casi visto para sentencia el primer set.

Más aun, Federer había comenzado el segundo rompiendo el saque de su rival, que se encontraba contra las cuerdas. Pero hasta ahí llegó el combustible del suizo. La reacción de Djokovic no se hizo esperar, recuperó su saque y se apuntó la segunda manga, para finalmente alzarse de forma plácida con la tercera ante un rival que hay había quemado sus naves.

En su peor temporada en una década, Federer se quedó sin poder sumar el último Masters del año y, a la espera de lo que suceda en Londres, donde participará por duodécimo año consecutivo y donde tiene seis títulos, más que nadie, el año 2013 se ha saldado con un único triunfo en Halle.

La final de mañana, domingo, no será la que soñaban los organizadores, que se frotaban las manos con un duelo entre los dos mejores del mundo, algo que en Bercy no había sucedido desde 1990, símbolo de un torneo que los primeros espadas del circuito dejan un tanto de lado en el final de temporada.

Pero esta edición ha sido diferente. Los cuartos de final reunieron a los ocho mejores del ránking y las semifinales a tres de los cuatro mejores. Solo faltó el argentino Juan Martín del Potro, derrotado por Federer.

La final medirá al segundo mejor contra el cuarto -el tercero, el británico Andy Murray, se recupera de una lesión-, pero el duelo no carece de interés.

En caso de que Ferrer se imponga, de paso, hará un favor a su víctima de hoy, ya que privará a Djokovic de toda opción de acabar el año como número uno.

Comentarios