El mundo de la cultura expresa sus condolencias

La muerte de la escritora Ana María Matute ha desatado toda una oleada de reacciones en el mundo de la cutura, que lamenta su pérdida y reconoce su importante aportación al sector.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha lamentado el fallecimiento de la escritora y ha recordado que la muerte de Matute se produce apenas un mes antes de que hubiera cumplido 89 años, "mientras ella seguía trabajando en la producción literaria". Se trataba, ha subrayado, de "una gran escritora catalana en español", y en ese sentido "es un día muy triste para las letras españolas". Además, ha hecho hincapié en la "disciplina de creación literaria verdaderamente excepcional" y que "mantuvo hasta el último día", una carrera que se vio culminada con el Premio Cervantes en 2010.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dirigido a la familia de Ana María Matute un telegrama de pésame y en él, ha reconocido, de Matute, su "madurez creativa, su extraordinaria capacidad de fabulación para ofrecer una visión global de la vida, y su capacidad de hacer de la literatura, como ella dijo, una forma de ser y de estar", indica el telegrama.

El director de la Real Academia Española (RAE), José Manuel Blecua, también se ha sumado a la oleada de condolencias y ha expresado hsus condolencias y el pesar de los académicos por el fallecimiento de su compañera de corporación.

En señal de luto, la bandera de la RAE ondea a media asta y sesión ordinaria del pleno, que tiene lugar todos los jueves, se suspenderá en señal de duelo, como es tradición académica, según ha informado la institución en un comunicado.

La escritora Carmen Posadas ha sido una de las muchas figuras del panorama liteario que han reconcido su aportación al mundo de las letras, argumentando que tenía ''una voz muy reconocible'', Además, también ha recordado una anécdota, cuando Matute le dijo: "Hay que ver lo que cuesta mantener viva la niña que una lleva dentro".

Marta Rivera de la Cruz, también escritora, recordó que, para firmar su primer contrato, Matute tuvo que ir con su padre, por obligación legal. Y es que, según resaltó la escritora lucense en su cuenta de Twitter, "cuando Ana María Matute empezó a escribir, el editorial era un mundo de hombres. Ella abrió el agujero en la pared por el que pasamos todas".

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